#44 Secretos entre amigos.

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La última base que visitaron fue la primera en la que iniciaron su aventura. Nadie imaginaba que Edward iba a regresar otra vez al lugar donde él comenzó a domesticar a los animales. Sus dudas sobre que los animales tenían depresión le pareció algo tan real como verlos hablar con natiralidad, aunque a diferencia de un humano, los animales perdían la esperanza de salir libres, en los humanos la depresion comenzaba por cosas mundanas y sin sentido en las que ponían sus esperanzas como el dinero o en un objeto tan costoso como toda su vida.

En el interior de la base ya había restos de envolturas de regalos, restos de olor de comida en el aire producto de la cena de a noche. Nadie estaba presente porque estaban dormidos  en sus habitaciones, todos excepto Ed, el cual limpiaba y recogía poco a poco las envolturas de regalos esparcidas por el suelo.

Una voz familiar lo interrumpió.

Ed: ay no...

---hola Eddie.--- caminaba con pasos silencioso.

Ed: hola de nuevo, Nancy.--- suspiraba cansado.

N: me divertí mucho en esa fiesta navideña aunque no sé por qué no quiciste saludarme cuando llegaste.

Ed: tenía trabajo por hacer.

N: trabajo trabajo trabajo...--- decía en un tono melódico.--- escuché de ti en las noticias de la base, has trabajado mucho tiempo y creo que mereces un descanso.

Ed: ya lo estoy teniendo.--- la mira.--- la verdad quiero estar solo un rato...

N: no te pongas triste, no quiero ver lagrimas en esos ojitos tuyos.--- le besa la mejilla.--- nos vemos después.

El muchacho se recargó en un pilar para descansar, no quería sentirse raro o mal por las cosas que le ocurrieron y todavía con la carga de buscarles un hogar a cada una de ellas.

Ed: si tan solo hubiera una forma de hacer que estas familias aceptaran a estos animales de manera más rápida... pero como?

Pasando las horas, varias de las chicas semi bestias que ya estaban despiertas le agradecieron a Edward por sus regalos y más por prometerles una vida fuera de la base.

Mai: Buenos días Edwrd.

Ed: hola.--- decaído.

Mai: sucede algo?

Ed: necesito hacer algo por ustedes...

Mai: hiciste mucho por nosotras.

Ed: quiero conseguirles hogares nuevos pero no hay familias que quieran aceptarlos por falta de espacio o incluso porque necesitan adaptarse a su ambiente.

Mai: no necesito una familia de humanos cuando yo puedo ser feliz en una granja.

Ed: granja?

Mai: si, recuerdo que la granja en la que estuve había otros 2 conejos como yo, algunos caballos, vacas y toros que tambien cambiaron. Cuando el granjero nos vio se asustó, luego de pensarlo bien y alimentarnos, él nos hizo preguntas si aún pofíamos servir para trabajar.
Todos respondimos que sí.

Ed: y así de simple?

Mai: si, ya estaba asignando el trabajo al Toro para que tirarar del harado pero el toro no quiso. Él quería usar la máquina porque su fuerza cambió mucho.

Ed: y aprendió?

Mai: eso estaba haciendo hasta que llearon los hombres vestidos de negro para llevarnos  este lugar.

Ed: mmm... me acabas de dar una idea. Gracias!--- la da un abrazo para ir de puerta en puerta para entrevistar a las semi bestias.

Mientras tanto el señor Frank.

Un amor fiel. (Humano X Furry) 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora