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ㅤㅤ001: omegas desdichados
y alfas tarados.ㅤㅤ
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ㅤㅤHarry Potter es un joven de veintidós años; estatura promedio, contextura delgada y apariencia bien cuidada. El cabello negro se le enrosca detrás de las orejas y le termina justo por encima de la nuca; el bronceado que luce su piel es realmente favorable para él y parece hacer que la sonrisa que siempre trae en los labios resalte con encanto, viéndose bastante apacible.
Que dé esa impresión, por supuesto, no quiere decir que sea cierto. Harry tiene un carácter fuerte, inquebrantable y desafiante. No es que eso sea un problema, siendo el heredero de Marauders, la famosa empresa británica liderada por James Potter, su padre, y Sirius Black, su padrino. Harry tiene la actitud necesaria para asumir pronto el liderazgo que le corresponde.
Lamentablemente, muchos dudan de eso. Porque, por sobre todas las características que Harry posee, él es un omega. Importando poco el que los fundadores también lo sean. Harry es el punto frágil aquí, ya que él será el único predecesor que se encargue de todo.
Es eslabón más bajo de la cadena que conforma la sociedad; porque, si bien a muchos les gusta fingir que en la actualidad la igualdad se extiende independientemente al subgénero, los prejuicios y falsas creencias que encacillan a las personas según sea alfa, beta u omega, aún se mantienen muy presentes. Sobretodo en el mundo de los negocios, de la riqueza.
Es así que Harry, con el ceño fruncido, avanza en largos pasos para mostrarse seguro en su andar; la espalda recta, en la mano un café (que en realidad es chocolate caliente, pero nadie más que él tiene que saberlo) y al costado su asistente ─y mejor amiga en el mundo entero─, Hermione Granger. Harry asiente con la cabeza a modo de saludo cuando se cruza con algún trabajador en el camino al ascensor, sus ojos verdes brillando con determinación a hacer de este un día productivo. Igual que siempre. Perfecto.
──── Hoy tienes reunión a las tres. ──Hermione dice, sonando vacilante. Harry se detiene frente al elevador, medio girando el cuerpo para ver directamente a la mujer castaña que hace un mohín.── . . . Con Tom Riddle.
──── Maldita sea. ──Farfulla él de inmediato, el ceño fruncido aumentando. Bebe un largo trago de su bebida, soltando un suspiro al final. Hermione lo mira con ojos comprensivos.
──── ¿Quieres que la cancele? ──Pregunta, luciendo ansiosa por recibir una afirmación. Harry sacude la cabeza.
──── No. Riddle es un imbécil, pero es un imbécil necesario para elevar nuestras ganancias.
Hermione emite un ruidito y asiente, haciendo una pequeña mueca. Harry intenta darle una sonrisa; sabe que su mejor amiga está siempre preocupándose por él. Tom Riddle es una razón para preocuparse, Harry puede aceptar eso. El hombre es una fuerza peligrosa.
Gracias a la Diosa Luna que no ha intentado forzar nada. Simplemente hace insinuaciones, creyéndose en el derecho de soltar guarradas disfrazadas de buenas palabras como el señor alfa que es; aunque todo siempre es muy incómodo, Harry puede lidiar con esto. Está preparado, no es débil ni mucho menos tonto.
──── Hazz, ──Hermione llama a los segundos, usando el apodo al no haber nadie cerca. No es que a Harry le importe la formalidad y ese tipo de cosas, pero Hermione se toma su puesto muy en serio.── aún no me has dicho que tal te fue en tu cita con el tal Malfoy. ¿Del uno al diez…?
──── Menos cien. ──Responde el de lentes, sacudiendo la cabeza al recordar el desastre que fue aquella reunión. Prefiere cortarse la lengua que tener que llamar cita a ese encuentro en el que escuchó tontada tras tontada. Qué desagradablw.
──── ¿Tan mal? ──Harry asiente ante la nueva cuestión; la castaña resopla.── No me digas, ¿Era un alfista o algo así?
──── El peor de los peores.
──── ¿Peor que Riddle?
──── Mucho peor. No sabes las ganas que tenía de sacarle los dientes de un puñetazo.
Hermione sigue haciendo preguntas, Harry las responde todas y pronto están despotricando de Draco Malfoy, un alfa de pacotilla que rápidamente es tildado de niñito de papá y al que probablemente le arden las orejas* ahora mismo.
──── ¿Por qué el maldito ascensor se demora tanto? ──Harry se queja, volviendo a fruncir el ceño y empezando a golpear el suelo con su pie en un movimiento constante.
──── El cuarto piso está en reparación, así que todos los que van del segundo al sexto están usando estos dos. ──Hermione informa de inmediato, mirando su reloj de mano.
──── Pues deberíamos usar las escaleras entonces, que debo avanzar los papeles para la reunión con los Longbottom pero ya.
──── Pero… Tendremos que ir hasta el décimo piso… ──la mujer beta se lamenta cuando su mejor amigo y jefe la ignora para encaminarse a la puerta que da a las muchas escaleras.
──── No es tanto. ──Harry dice, soltando una pequeña risa ante los lloriqueos falsos de Hermione.── Mira que… ¡Ay!