𖤓Seattle, 1988
"She would do a dance
A painful masquerade
Spinning you into her web
Along her vain parade"Escribía Chris sobre el papel viejo que había encontrado en un bolsillo de su pantalón.
Su cabeza daba vueltas, resultado de las drogas que había consumido horas antes y que ahora estaban perdiendo efecto.
Intentaba encontrar las palabras para poder continuar con la canción en la que había estado trabajando, pero esta vez se sentía vacío, dudaba que algo bueno saliera de él en estos momentos.Sentado en su comedor, la poca iluminación y los tonos azules que inundaban el cuarto le advertían que el día estaba terminando y pronto sería hora de reunirse con sus amigos y compañeros de banda como había acordado.
Exhausto de no poder aclarar su mente para continuar con las líricas en las que se encontraba atrapado, pensó que refrescarse con un trago de whisky le ayudaría a ordenar sus pensamientos. Hace poco se había mudado solo a este nuevo apartamento y aunque él sentía que estaba acostumbrado a la soledad, el sentimiento de no tener a nadie lo consumía.
Miró el reloj que adornaba su muñeca. 7:58 marcaba este. No se molestó en arreglarse, a este punto le daba igual el cómo se veía y simplemente tomó una chaqueta café que colgaba del perchero a un lado de la puerta principal. Estaba a punto de irse pero su mente creía saber qué era lo que necesitaba antes de salir, fue hacia su cuarto y sacó un frasco con pastillas que se escondían entre otras cosas dentro de una pequeña caja; azúl, rojo, verde, él sólo necesitaba sentirse despierto.
De pronto, esa sensación de nuevo, todo se aceleraba y la ansiedad se apoderaba de su cuerpo. Miró nuevamente su reloj y se apresuró a salir.Caminó apresuradamente para llegar al bar donde habían acordado sus amigos y él, al entrar pudo ver a Kim, Hiro y Matt sentados en una mesa junto a la ventana.
—Hey, Chris ¿Qué hay? —dijo Kim para llamar su atención.
—Bien, supongo. —respondió el rizado pronunciando esta última palabra por lo bajo.
Los amigos se saludaron y empezaron a discutir sobre sus vidas y sobre su nuevo álbum.
—Escuchen, chicos, hoy recibí una llamada de una discográfica independiente. —cuando Hiro dijo esto, todos dejaron de hacer lo que hacían para concentrarse en lo que decía. Esto podría cambiarles la vida. —se llama SST Records y dijeron que les había gustado nuestro material anterior con Sub Pop.
Todos sonrieron ante tal noticia, su carrera estaba por empezar. Todo por lo que habían estado trabajando empezaba a dar frutos.
—¡Mierda, esto es increíble! —exclamó Matt con una enorme sonrisa.
—Quieren que vayamos el próximo domingo a su estudio. —la sonrisa en su rostro no podía ser más grande.
—Aún no me lo creo.
Celebraron la excelente noticia en aquel bar por el resto de la noche, las horas pasaron rápido y cuando menos se dieron cuenta ya era la hora de cierre del local. Se despidieron aún con la emoción corriendo fuertemente por sus venas y cada uno se dirigió a su casa.
Chris había caminado hasta ahí, así que aceptó cuando Kim se ofreció a darle un ride.
Se quedaron unos instantes más fuera del lugar, sentados en el asfalto con un cigarrillo aún en shock. Seguían procesando todo, solo ellos dos, en silencio.La calle estaba completamente iluminada por grandes faros de luz y los brillantes letreros que intentaban llamar tu atención incitándote a entrar. Era un ambiente tranquilo, justo lo que necesitaban para sus exaltadas mentes.
—Será mejor que vayamos a casa Chris. —se animó a decir Kim.
Chris asintió y se levantó rápidamente de la banqueta, tiró la colilla del cigarro al suelo y la aplastó mientras esperaba a que su amigo se levantara.
Caminaron unas cuantas cuadras mientras conversaban sobre diferentes temas hasta llegar al carro de su amigo, mientras Kim buscaba las llaves del auto en sus bolsillos, Chris notó algo al otro lado de la calle, era una sombra que se movía ágilmente por la oscuridad.
La silueta de una mujer se alcanzó a ver vagamente cuando esta pasó por uno de los postes que alumbraban el camino, traía un enorme abrigo de piel el cual le llegaba a las rodillas, sus cabello se movía con gracia a pesar de la velocidad con la que ella caminaba.
Chris se quedó observándola por cierto tiempo. Se llevó una sorpresa cuando la misteriosa mujer volteó bruscamente a su dirección, logrando así que conectaran miradas; por primera vez la enigmática mujer de ojos color canela y el hombre de mirada oceánica se encontraban.
Algo dentro de él se movió, su corazón latía rápido y le costó un par de segundos volver a la realidad, quería ver hacia dónde se dirigía la chica de paso apresurado, pero gracias a la densidad de la noche perdió de vista a una de las mujeres más bellas que había visto en su vida.
Su pequeño transe estaba terminando y por fin pudo reaccionar para subir al auto.
—¿Por qué esa cara? ¿Viste a Dios? —bromeó Kim al ver el rostro confundido de su amigo.
—Creo que sí. —su tono serio provocó en el moreno una pequeña carcajada.
—Muy bien... empieza a rezar el padre nuestro entonces.
El tramo no era muy largo y el ritmo de "Eyes Without A Face" de Billy Idol los acompañaba en su camino.
Llegaron al edificio de Chris y este le agradeció el ride. Pasó por las puertas de vidrio y su mente aún seguía repleta de aquella corta pero electrizante interacción.
Ya no habría manera de liberarse de ella, de eso estaba seguro.
Necesitaba verla otra vez.
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𝐘𝐎𝐔𝐑 𝐍𝐀𝐌𝐄 ✵ Chris Cornell
FanfictionHay ciertas preguntas que pueden cambiar el curso de tu vida. ¿Como te llamas? ¿Que tan dispuesto estarías de dejarlo todo por alguien?