«Amenas sorpresas»

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DANIEL.

Un silencio incómodo se apodero del momento, no sabía si había hecho lo correcto o si solo me había dejado llevar por un arrebató, pero realmente había algo en Jazmín que me atraía muchísimo y ya que ella no era una chica fácil no veía mejor oportunidad que está, de reojo la vi, iba mirando el camino por la ventana, y no la culpaba, el club estaba algo alejado de la ciudad, y teníamos que pasar por una carretera que pasaba por una área de muchos árboles además que de vez en cuando se podían ver algunos animales, como conejos, liebres y ardillas, era una vista realmente grata.

-¿Tu montas?.-Pregunte regresando mi mirada a la carretera, para romper con el silencio.

-Me encantan los caballos pero realmente nunca lo he intentado.-Contesto sin mirarme, sentí como mi estómago se encogía sin saber una razón exacta pero aun así seguí hablando.

-Tienes que hacerlo, veras que genial es, a mí me encanta.-Dije pisando un poco el acelerador, intentando sacar más platica para que entrara un poco en confianza.

-Me gustaría pero creo que me conformaría con solo ver.-Me sonrió apenada.

-¿Te da miedo?.-Le pregunté cuando por fin llegamos, aparcando bajé y abrí su puerta.

-Tal vez...-Dijo inspeccionando el lugar.

-No tienes porque.-Dije bajando las cosas del asiento de atrás para luego dirigirnos a los vestidores.-Yo iré de tu lado siempre.

-No sé si deba preocuparme más o relajarle.-Se rió de su propio chiste mientras yo sacaba la ropa de la mochila.

-Ja Ja Jaa.-Rei sin ganas.-Vístete con esto, es de Mandy, estoy seguro que te quedara bien.

-Bien.-Dijo tomando la ropa y entrando a un vestidor, yo hice lo mismo y como era de esperarse termine antes por lo que tuve que esperarla, cuando por fin salió caminamos con rumbó a las caballerizas mientras hablábamos o más bien yo hablaba de los movimientos básicos para dirigir al caballo.

-De todos modos no te preocupes mucho, Mortdecai es muy manso.-Dije al llegar a la caballeriza con el número 5 con la insignia con el nombre del animal.

-¿Es él?.-Preguntó emocionada cuando Mortdecai asomó la cabeza, yo asentí mientras le acariciaba el hocico, Mordecai era sin duda hermoso y elegante con la piel pinta de color blanca y negra y la crin y cola negra, ella acerco su mano para acariciarlo pero la detuve.

-Primero debes hacer que te tengan confianza.-Le dije soltando su mano para tomar un poco de alfalfa, se la entregue a Jazmín quien se la ofreció a Mordecai y éste la aceptó gustoso, cuando el animal todavía masticaba tome la mano de Jazmín y la puse en frente de la nariz de Mordecai quien la olfateo.-Ahora si puedes acariciarlo.-Dije y ella obedeció, la deje sola mientras abría la caballeriza a dos lugares de la de Mordecai.

-Hola chica.-Salude a Skylar la yegua de mi madre, Skylar era también sin duda hermosa, tenía la piel blanca con manchas cafes oscuras casi negra y crin y cola blanca, le puse una correa para sacarla y comencé a caminar hasta donde estaba Jazmín con ella atrás, cuando me llegue ella aún acariciaba a Mordecai.-Ella es Skylar.

-Wow, es hermosa.-Dijo con una sonrisa.-Ambos lo son.-Dijo volviendo su mirada a Mordecai.

-Lo son, ahora, ¿podrías sacarlo de ahí?.-Pregunté entregándole otra correa.-¿Cuál de los dos quieres montar?. -Pregunté mientras ella entraba a la caballeriza.

-A él.-Contesto cuando salió con él, lo pensé un poco antes de asentir, desde hace 5 años que tenía a Mordecai nadie lo había montado, solo yo.

Mi salvación. #wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora