WINGS ➳ j.b

➳005

Cinco

Wallace salió del restaurant con la excusa de que le había entrado una llamada, el chico que nos atendió vino a dejar el recibo, salí del café y fuera corría un aire que estaba frío, muy frío.

Vi a Wallace hablando por teléfono y me acerque a él.

—Sophie espera, entra al auto. —dijo con el teléfono en la mano.

Un deja vu vino a mi mente en instantes.

Justin siempre que salíamos recibía llamadas, y nunca dejaba que yo estuviera presente en ellas, odiaba eso, siempre fue reservado con todo, mil veces le hice escenas de celos por las llamadas.

Wallace subió al auto y yo seguía mirando al frente, desperté cuando prendió el auto.

— ¿Estás bien? —dijo poniendo una mano en mi hombro.

—Sí, no te preocupes, solo llévame a casa por favor. —agaché mi cabeza.

Asintió al mismo tiempo que se encogió de hombros y comenzó a conducir como un loco, no tenía miedo, pero manejaba bastante rápido ¡más rápido que yo!, yo sí que manejaba de una manera brutal, ¿quien dijo que las mujeres manejaban mal?

—Eres muy tímida, algo debe haberte hecho mucho daño para que seas así.—me miró por el rabillo del ojo sin quitar la mirada de las calles de NY.

Mi vista se dirigió inmediatamente hacia él, quien iba con la mirada fija en el camino y su semblante sereno.

—Tienes razón en eso. —dije con una sonrisa en la cara.

Su velocidad disminuyo al encontrarse con un semáforo en rojo, me sentía cansada, quería llegar a mi casa ver televisión y dormir.

¡Joder, Colton debe estar llorando!

Me había olvidado completamente de mi perro, pobre de mi perro, ahora me siento lo más culpable del mundo.

Cuando llegamos a mi casa, recogí mis cosas de la parte de atrás, me baje del auto y Wallace también.

—Muchas gracias por todo lo de hoy, estoy  bastante agradecida. —le dije buscando las llaves en mi cartera.

—No te preocupes Sophie, fue un gusto conocerte, lo digo enserio, fue una tarde agradable, descartando lo del accidente, claro. —se rió.

Nos despedimos de un beso en la mejilla y él se largó.

Entre a mi casa, y corrí a la habitación de arriba.

Colton estaba en mi cama llorando, y revolcándose en mi cama para buscar mi olor.

—Ya llego mami.

Su cola se movió efusivamente y corrió hacia mí, y me lamia las piernas, lo tome en mis manos y baje con él a la cocina.

Busque el cajón donde tenía los alimentos de Colton y le deje su alimento en su plato color azul con diseños de huellas de perro.

Me hice un café cargado, y prendí mi teléfono, tenía al menos unas veinticinco llamadas perdidas de Maia y unos diez mensajes.

Decidí devolverle la llamada y ella contesto al primer tono.

—Joder estás viva. —su voz era cansada.

—Sí, tuve un accidente me he desmallado y pues un chico me ha llevado al hospital, después me invito a un tomar un café y me ha traído a casa. —mi tono de voz era calmada.