Cap. 4 El Jueves de depresión

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Desperté y Alison seguía a mi lado la levanté tomamos las armas y salimos de la habitación. Lamentablemente toda la gente estaba muerta, sólo había algunas personas vivas, pero solo se oían lamentos.
Alison lloró por todas las muertes, la abrazé y le dije que esto terminará pronto. Alison sonrio de nuevo y yo le sonreí y le di un beso. Afortunadamente ya habíamos llegado a Miami, salimos del barco. Resulta que Miami estaba llena de muertos y edificios derrumbados, Alison y yo buscamos un refugio pero no encontramos nada. Después de un largo tiempo encontramos a unas personas caminando, decidimos acompañarlas, paramos en un bosque y ahí decidimos hacer un campamento, después fui a buscar comida o algo en el bosque que nos sirva para sobrevivir, pero no deje que Alison se quedara sola, ella vino conmigo cuando nos alejamos un poco del campamento empezaron a venir rebeldes y nos estaban persiguiendo. Ya teníamos todo lo suficiente para llevarlo al campamento. Le dije a Alison que no deberíamos de correr y ella dijo lo mismo. Empezamos a dispararles, de la nada me golpearon dos rebeldes por la espalda y Alison le disparó a uno, yo me levanté y le di un golpe en la cabeza al otro que quedaba y cayó al suelo y Alison le disparó en la cabeza. Alison tenía una bala en la pierna yo la cargué y le dije que no se preocupara que yo estaba ahí para ayudarla y que no le pasaría nada a mi lado. Le di un beso en la boca y la cargué. Ella descasó en mis hombros mientras la llevaba. Llegamos al campamento la acosté en un colchón y le quite la bala e hice todo para curarla. Alison despertó ye dio un beso. Todo empezó a complicarse más. Los rebeldes arrasaban muchos territorios pero con Alison a mi lado no era problema para mi. Todo el campamento, Alison y yo seguimos caminando armados, llegamos a la ciudad y empezamos a recoger provisiones para sobrevivir. Por suerte encontramos mucho y más armas. Todos teníamos armas y así sería más fácil defendernos dd los rebeldes. Inesperadamente demasiados rebeldes llegaron y empezaron a disprar. Era muy raro que tuvieran armas. Esto ya no parecía epidemia pero a la vez si lo era porque solo el ambiente desaparecía y los humanos estaban luchando unos contra otros. La vida se estaba convirtiendo en muerte, mucha gente murió por los cambios climáticos y eran muy graves. El calor incrementaba, todas las especies se morían y las plantas desaparecían poco a poco. El mundo se convertía en el infierno. El universo en el inframundo. Tarde o temprano esto debía de terminar. Alison y yo seguíamos buscando pero nos dimos cuenta que esto pasaba en todo el mundo. Se predicaba que el mundo se iba a hundir de agua porque los polos se estaban derritiendo. Alison y yo seguíamos juntos hasta el fin. Seguíamos buscando cada vez más. Nuestro campamento, Alison y yo encontramos un refugio muy estable y lleno de gente buena. Nos alegramos porque al fin encontramos el refugio perfecto. Habían guardias y militares. Había suficiente comida para sobrevivir pero eso no cambiaba mucho las cosas. La sangre incrementaba y había mas sangre que agua en todo el mundo. Habían muchas guerras. Muchas bombas. Pero la gente no dejaba de perder la esperanza de que esto iba a terminar como yo igual. Le dije a Alison que no pierda la esperanza y que faltaba poco para que esto termine, pero no, esto cada vez más incrementaba. Ya hasta había gente que quería vivir en otro planeta. Pero yo decidí luchar hasta el fin, hasta que alison se sienta bien. Gracias a dios llegó mi hora preferida, mi hora de dormir, porque era la única hora de descanso. Dormí alado de Alison, ella era toda la razón para seguir vivo. Con ella a mi lado no siento lo malo. Finalmente caí en el sueño y espere para el día siguiente.

Triste DomingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora