capitulo 5

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el testimonio ultima parte 

Hola coronel o suegro, es que no me decido cómo llamarlo. "lo voy a extrañar". Sé que hoy será la última vez que me visite. No me siento usada, solo bienes a mí por mi testimonio. Pensaba que teníamos algo más íntimo, suegro, déjate de estupideces. Continuemos.

Bueno, amargado, como decía, las cosas no habían salido como pensaba. Así que tenía que hacer algo para que esos dos salieran de esa casa. Porque si seguían dentro, significaría mi muerte y esa no era la idea. Aun pensé muchas veces en volar la casa en miles de pedazos, pero eso no sería muy rápido y yo quería torturarlos como nunca había torturado a nadie. Malditos, tenían que pagar. Pero había un problema aún mayor, el jefe de Santi me estaba buscando por el dinero que me había robado. Ese maldito si es tacaño, fueron unos pocos dólares, pero es que tenía a todo el mundo en contra de esta belleza. Pero es que no me entiendes, no tenía donde esconderme, al para ser ese idiota tenía una recompensa por mi cabeza. Todo el mundo, como los policías criminales, querían un pedazo de mí. Y pensé: ¿Cómo hago para deshacerme de la policía y de este idiota a la vez? No sabía, pero mientras me camuflaba como una indigente, muchas veces pasé por la casa de Bairon a ver si podía meterme de alguna u otra manera. No sabía qué hacer hasta que... pero no podía pensar claro.

Pero ese maldito traficante de órganos era una molestia infernal. No sabía qué hacer con ese imbécil, así que se me ocurrió hacer algo. Comencé a averiguar dónde vivía ese maldito imbécil. Me demoré mucho, él se sabía esconder muy bien. Y cuando encontré la casa, me paré enfrente de la puerta y golpeé.

Y me dijeron quién era, y yo solo respondí: "soy la mujer que tantos buscas". Tan solo diciendo eso, sentí como me golpearon por la espalda. Me habían noqueado. Cuando me desperté, estaba ese imbécil sentado, tomándose un vino. Solo me dijo: "¿quién eres y por qué hiciste eso? Y lo más importante, ¿Dónde está mi dinero?".

Solo respondí: "este soy una mujer. Los maté porque me hicieron daño y te robé porque necesitaba el dinero". Se río: "que valiente eres. A ver cuánto duras solo comiendo una vez a la semana". Solo me reí. Ya verás, te voy a matar, idiota.

Desde ese día, comenzó a controlarme día por día. Cada día la pasaba peor, estaba delirando. Muchas veces vomitaba la poca comida que recibía. Estaba sofocada y eso que eso fue solo mi primera semana encerrada en ese infierno. Literal era un bendito infierno. Había un color inmundo. El que siempre me traía de comer era diferente todos los días, el maldito era inteligente. Nunca pude convencerlos o sobornarlos porque siempre eran personas diferentes, así que era imposible. Y lo peor es que cada vez me daban menos comida y más asquerosa. No sabía si podía resistir, pero me dije a mí misma: "no tengo que cumplir con mi venganza". Seguían pasando los días, él me visitaba no más de una vez a la vez para preguntarme cómo es que maté a todos esos hombres yo sola. No podía creerlo. Yo siempre le respondía: "es que estoy loca". Él solo se reía y se iba, no antes de pegarme una descarga eléctrica. No entendía por qué sentía que no me creía que estaba loca o no sé, siempre fue un hombre difícil de descifrar. Seguían pasando los días, ya iban 2 meses. Creo que en ese tiempo había perdido más de 10 kilos o más. No tenía ánimo de nada. Como ya se estaba acercando el tercer mes, me dirás: "¿por qué sabías si no tenías noción del tiempo?" Si es cierto, no tenía todo. Era oscuro. Era simple. Me daban una comida una vez a la semana, así que así llevaba el tiempo. Y sabía que llegaba fin de mes porque antes de que ese hombre... "Me visitaba y me bañaba con agua a presión. Es decir, era un solo baño al mes. Así era siempre, el maldito ese, preguntándome lo mismo cada mes. Así fue en todos esos meses, hasta que por fin me mandaron comida con mi informante. No soy tan estúpida como para entregarme sin tener un plan de escape. Él me pegó un mapa de toda la casa, de dónde y cómo llegar a la oficina de ese hombre. Me explicó cada cosa. Lo había contratado antes de que todo esto pasara. Cuando descubrí dónde vivía este idiota, antes de entregarme hablé con uno de sus hombres. Al principio se negó y me iba a matar, pero antes de que lo hiciera, le llegó una llamada. Era su madre llorando, explicando que había un hombre apuntándole con un arma en la cabeza y que hiciera lo que yo le pidiera. "¡Maldita!" me gritó. Solo me reí y le dije "Trato, trato". Me respondió y ahí sí me entregué. Todo iba perfecto con mi plan. Me dirás por qué, ¿verdad? Porque ese era mi propósito todo este tiempo." "Ya había suficiente comida para que el querido hijo del coronel se relajara y se estresara de estar encerrado. Pero sabía que era muy terco. Era hora de completar lo que me faltaba de mi plan. Mi hombre me había dejado desatada y también me había traído un cuchillo. Él me dijo que la otra semana era el momento de atacar, porque el casi siempre se quedaba solo esa semana. Así que me tocó esperar toda una semana y, justo en el momento en que el que me daba de comer se dio la vuelta, le..." Enterré el cuchillo en el cuello y le quité el arma. Así, comencé a usar el mapa para ir por los lugares donde había menos hombres. Me tocó matar a los dos hombres que estaban en la entrada de la oficina de ese infeliz. Les disparé en el cráneo a ambos y entré. Él estaba lo más tranquilo posible y me dijo: "Sabía que me ibas a matar". Le disparé de nuevo en el cráneo, fui al computador y él me agarró un pie. Me dijo algo, pero no tenía importancia. Sólo le disparé de nuevo en el cráneo y corrí. "El cuerpo y de inmediato subí una foto mía toda hecha mierda, subiendo a entender que había muerto en las manos de esta idiota, para que Bairon saliera de su ratonera. Pero no había funcionado. El coronel era muy inteligente, bueno, mi suegro como quieras llamarlo, ese maldito. Pero tenía un plan por si algo así pasaba. Así que comencé a buscar a una mujer con mi misma estatura, color de piel y cabello. Fue fácil conseguir a la candidata perfecta. Así que le hablé por una red social haciéndome pasar por un hombre muy apuesto, pero aun así me demoré mucho. Ella no era muy confiada. Me tocó mandarles audios de hombre. Después de un tiempo, la convencí para salir a vivir juntos. Me aproveché de que ella no era muy feliz en la casa, y eso fue relativamente fácil. La convencí a que dejara una carta de despedida para supuestamente salir a vivir conmigo. La cité en un lugar, pero no todo estaba saliendo a la perfección porque ella, al parecer, estaba indecisa en irse de la casa, pero no sabía qué hacer. Me estaba desesperando hasta que ella me dijo que quería irse conmigo. Al parecer, había paliado con su padre porque se enteró de que ella tenía novio, es decir, yo. La cité en el mismo lugar donde ella estaba con muchas maletas. No quería hacerla sufrir, pero decidí dispararle en el pecho unas cinco veces, le deformé la cara para que no pudieran reconocer, le corté todos los dedos de las manos y de los pies. Llegó el momento más doloroso: cortarme un dedo y dejarlo allí para que, cuando encontraran el cuerpo y tomaran las huellas dactilares. La tomaran de ese dedo. Claro que le quité los órganos. ¿Qué traficante mataría a alguien y no se los quitaría? Cuando dejé todo montado, te llamé diciendo que había un cuerpo en esa calle. Solo me escondí esperando a que llegaras. Cuando llegaste y recogieron el cuerpo con mi dedo, me dolía, pero me gustaba ese dolor. Así que no me quejé mucho, por así decirlo. Esperé un tiempo hasta que por fin salió en las noticias que yo había muerto. Todo había salido a la perfección. A las semanas, Bairon ya estaba saliendo otra vez con su querida novia. Estaba esperando a que pudiera ir por ellos, pero no antes de pagarle a unos hombres para que me ayudaran a secuestrarlos. Ellos aceptaron con gusto, claro, el gusto de mucho dinero. Hasta que un día, por la noche, vimos a Bairon escapándose de su casa. Ese era el día. Aparecimos y se encontró con su querida novia y habían ido al mismo lugar donde él me llevó por primera vez, maldito. Fue rápido que mis hombres los secuestraron. Los llevé a donde era la casa del traficante de órganos. Desde ese día, los amarré a los dos de pie con un collar insufrible. Fue todo tan hermoso como los dos pedían piedad todos los benditos días y lloraban hasta que decidí que ese día tenían que morir. Comencé a hacer un directo en las redes sociales contando todo lo que pasé, obvio, lo que me hicieron a mí y los enseñé "Bairon solo podía pedirme 'prendo', diciendo que nunca fue su intención. Desesperado, pidiéndome 'prendo', era tan hermoso. Sabía que no tenía mucho tiempo, así que me apresuré. A Bairon le hice tomar un veneno, pero no uno normal, uno que no mata, pero sí ocasiona tanto dolor. Al rato, el mismo me pedía que lo matara, pero le respondí: 'Aun no es tu hora mandé a mis cinco hombres a violar a su novia lo más salvajemente posible. Verla llorar y suplicar fue un placer absoluto, y cuando decidí que ya era suficiente, la metí en un toro de metal. Sabía que era una de las mejores y peores torturas de tiempos atrás. La quemé con fuego la parte inferior y los gritos que salían del toro eran hermosos. No podía parar de reír por los gritos de esa maldita, mientras Bairon solo me gritaba que estaba loca. Yo solo volteé con una sonrisa y le dije "sabes algo, amo estar loca". Una sensación única y continúe con él les corté los testículos y se los ice comer fue muy chistoso no lo podía creer en serio amaba escuchar el sonido de dolor así que continúe quitándoles los ojos esos si yo me los comí le quite las piernas poco a poco como si tuviera picando carne, pero gusto llego el coronel me capturo yo me entregue como buena suida Dana él pensó que le avía salvado la vida al hijo lo que él no sabías es que le había metido una bomba en su interior y cuando yo estaba en la patrulla detono y en serio no quería que el suegro quedara invalido por culpa de la explosión pero fue culpa de el por haber estado al lado de ese imbécil. 


ultimo capitulo el otro lunes 

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