||Aishite|| Aquamarine Hoshino x Male reader

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De izquierda a derecha, se removía por culpa del reloj biologico que me desperto minutos despues de Ai.

Me percate que mi estado de bebe no es muy diferente a como cuando estaba en mi antigua vida. Despertarme, concluir con mis necesidades biológicas, moverme un poco, entretenerme e ir a dormir anhelando una nevada en verano. 

El pasar el rato con Aqua y Ruby es divertido. Puedo jurar que tratar con la gemela menor es mucho mas sencillo que con el rubio mayor. Entre ella y yo, tenemos una pequeña rivalidad por querer ser el consentido de la ídolo en el hogar. 

Obviamente fue una competencia ganada, con una belleza como la del mismísimo Narciso, cautive el corazón de mi mayor.

--- Mmm...
--- Eres muy madrugador ___ ~ --- Canturreo a su vez me amamantaba.

Despierto, en la madrugada, unos instantes antes de que comenzara ella su rutina, admirando sus largas pestañas y cabello ligeramente enredado. Aburrido extendí mis regordetas manos a sus hebras y juguetee un poco, dejando de lado de que entre tantos jalones ella despertaría.

Tras ambos hacer desayunado esperamos a que el presidente y su esposa llegaran, para en ese entonces Ruby y Aqua deberían de estar despiertos y alimentados.

Una vez se retiraron nuestras fuentes de ingreso, me dispuse a pegarme a aqua como pulga.

--- Pesas... --- Se quejo por lo bajo.
--- Intento transmitir mi chakras positivas a este bebé amargado... --- Justifique con pereza pero él solo se limito a suspirar.

Estando entre dormido y despierto, la conversación sobre la ligera actitud de otaku que presentaba Ruby con mamá, justificando su respuestas con uno que otro disparate me entretuvieron... no se como es que ella termino hablando con protegerla de los fanáticos con actitud extraña.

--- Oigan. --- Nos llamo impaciente. ---  ¡Quiero que me cambien el pañal, así que váyanse! 

--- Si, si. --- él se marcho restando importancia al asunto.

La TV parecía una buena opción de entretenimiento, en lo que encontraba el control remoto y colocaba mi programa semanal no pude evitar frustrarme por que Miyako-san se le dio justo por buscar algo, obstruyendo mi visión. 

--- ___, ven. --- Un increíblemente atractivo captor me arrastro hasta quedar al lado de su gemela.

--- Muy bien, mi vasallo. --- Me entrego una barra luminosa. --- Colócalo a esta altura y no hables. --- Jalo mis brazos al nivel indicado. 

Al principio no creí que llegarían a convencer a la nana demente. Su pequeño teatro dio frutos gracias a la buena interpretación de Ruby, debo admitir que sentí un poco de pena por la castaña.

--- Si no desistes, el castigo divino caerá sobre ti.  --- Continuo a la cabeza la infante.
--- ¡¿"Castigo divino"?! --- Cuestiono estupefacta. --- ¡¿Qué quieres decir con eso?! ¡¿Qué me pasara exactamente?!
--- ¿Qué exactamente? --- Se detuvo a pensarlo. --- Básicamente... --- Su tono flaqueo.
--- Morirás. --- Completo el gemelo.

La castaña me miro, abrumada por aquella revelación, y le confundía mi colaboración silenciosa. Abrió la boca pero se vio interrumpida por mi.

--- No refutes, esto podría terminar peor. --- Advertí desviando la mirada "afligido".

Tras soltar un breve llanto, Ruby procedió a aconsejarle las medidas y acciones para evitar aquel "castigo divino", y que al seguir al pie de la letra lo dicho ella seria recompensada con un segundo matrimonio junto a algún chico guapo.

--- ¡Lo haré! ¡Estaré atenta a todo! ¡Incluso les besare los pies! --- Afirmo con entusiasmo.
--- No necesitas ir tan lejos. -- Negó la menor.

Supongo que con esto nuestra vida de lujos no esta en riesgo. Aunque con o sin mi ayuda creo que hubiesen concluido sin problemas el plan. No cabe duda que fue una bombilla, no solo metafóricamente.