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--- Dime una cosa... ¿Me pondrias en tu testamento como heredero de tu fortuna?

Le di un puñetazo en la cabeza.

--- Daisuke Yamamoto-sensei... ¿De qué fortuna habla? --- Gruñi con el ceño fruncido.

Me removí en aquel incómodo y pequeño asiento de plástico duro, vestido con un pantalón deportivo gris que comenzaba a quedarme holgado al igual que la camiseta blanca y lisa, como el toque final unas zapatillas deportivas blancas. Mi cuerpo no poseía esos dichosos "cuadritos" creo que incluso podría compararlo con el de una lombriz, pero no era algo que me diera vergüenza aunque tampoco es un motivo de orgullo.

--- La herencia de tus padres obviamente.

--- Mis padres eran vividores, vivían su día a día sin preocupaciones por cosas materiales... Es imposible que tan siquiera ahorrarán algo.

El castaño a mi lado solo chasqueo la lengua en señal de disgusto a la vez dio un leve golpe con el puño cerrado al escritorio con pintura negra. Aquel adulto no vestía como el típico doctor de bata blanca y camisa, este tipo buscaba soltar un aire seductor a cierta persona conocida mía, llevaba gabardina marrón oscuro con un suéter con cuello de tortuga blanco y pantalón de vestir negro ajustado.

--- ¿Por que no está con Kato-san?

--- Me saco a patadas de su oficina solo por que me le he insinuado. --- Suspiro con desgano.

--- Por favor, controle ese enorme apetito sexual hacia Kato-san. Recuerde que él es mi fisioterapeuta y lo necesito funcional.

--- No se de que hablas...

Se acomodo correctamente en la silla, desvió la mirada a la ventana para después centrarse en continuar su lectura en los documentos, ignorando mi amable sugerencia.

--- Tu condición física está empeorando. Con solo verte da la impresión de que te romperás por el solo respirar... Parece que Taro-kun no hace correctamente su trabajo, esto amerita un adoctrinamiento adecuado. 

Susurro lo ultimo con una sonrisa ladina, sus intentenciones eran tan claras como el agua.

--- No me use de excusa para sus fetiches. --- Manifeste con un mohín en mi semblante.

--- Le pediré a Taro Kato-kun que te haga un programa de ejercicio acorde a lo que te estoy anotando aquí... 

Al terminar de escribir me entregó el papel, con algunos billetes.

--- Por nada del mundo entres o dejes entrar a alguien a "ese" cuarto a las seis de la tarde ¿Entendiste?

--- No he visto ni escuchado nada, soy una tumba. --- 

Como todo un gangster oculte aquel pequeño fajo de billetes dentro de mi bolsillo mientras posaba mi dedo índice en los labios.

Con aquello hecho me dispuse a salir e ir a ver a Kato-san, antes de escucharlo quejarse por el dolor causado por Yamamoto-san. Una vez frente a la puerta di un par de toques recibiendo un "pase" del otro lado.

--- Kato-san, "esa" persona desea verlo en "ese" lugar a la misma hora que la semana pasada.

Dije cerrando la puerta, para centrar mi vista en el otro individuo en la habitación. 

--- Pues dile a "esa" persona que la "sesión" durará igual que ayer, de lo contrario lo castrare.

El encontraba sentado en una silla con los brazos flexionados sobre la mesa y con su cabeza descansando sobre estos. Su vestimenta no presentaba arruga alguna pero aun así pude percibir las ojeras que se posaban bajo sus orbes, las consecuencias de la falta de personal afectan considerablemente a los médicos del lugar.

||Aishite|| Aquamarine Hoshino x Male readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora