JOVEN... SEÑORITA?

sólo tú eres digna!!!

La guerra con la alianza del norte había comenzado hace un par de meses, gracias a los preparativos y constantes contraataques el reino de roan se había mantenido no solo resistiendo sino que ganando de manera abrumadora y aplastante, todo gracias a la comandante Cale Henituse.

La joven dama no solo había reunido a innumerables aliados, contaba con un grupo de guerreros y poderes antiguos que le permitían siempre liderar las batallas, en todos lados los caballeros, magos y mercenarios contaban la misma historia, lo primero y último que veían en el campo de batalla era la espalda de esa delicada pero poderosa señorita.

Su cabello ondeando como llamas carmesí  que devoraban todas las batallas, era un espectáculo inigualable, decían que nunca vieron a una mujer tan imponente en sus vidas y que el simple hecho de que te mirara bastaba para dejarte hechizado.

Nadie sabía que pasaba por la mente de esa enigmática mujer, pero sabían que cuando ellos apenas veían el final de la batalla, ella ya estaba planeando su siguiente victoria.

Estos no solo eran los rumores que circulaban por todo el reino, eran informes que le llegaban a cierto hombre de cabello rojo, túnica negra y máscara blanca.

La estrella blanca, el hombre responsable de todos los desastres, tragedias y la actual guerra.

Estaba sorprendido por la existencia de esta mujer, no solo había enfrentado a sus vasallos, los había derrotado uno por uno mientras frustraba desde las sombras y discretamente todos sus ataques a las inumerables naciones, inclusive robando piezas claves para sus planes, y no solo eso, esa mujer había estado reuniendo poderes antiguos tal como lo hacía él.

Solo la había visto a través de los orbes de grabación y retratos de ella en pinturas y periódicos.

De hecho tenía un orbe con diferentes grabaciones que un espía había tomado del estudio de clopeh, una de sus piezas capturadas.

En el se veían las pocas pero intensas expresiones de la mujer, en cortos videos se le veía toser sangre, podía verla con la ropa hecha girones pero parada firmemente, inclusive pudo ver una grabación de ella en vestido señido y otra grabación de ella en un delgado camisón disfrutando la brisa nocturna... Decir que era bella o hermosa era poco, una mujer que escondía tanto misterio, que era tan fuerte, que parecía una encarnación de una diosa...

-Una diosa... Podía ser... Que tú seas una elegida... Cómo yo?

La estrella blanca comenzó a pensar en todos los movimientos que esta mujer había hecho hasta el momento, siempre un paso delante, tomando todo, haciéndole frente, ese nivel de estrategia, tanta planificación y presición...

-no hay lugar a dudas, esa mujer tambie fue elegida por un dios, debe ser como yo, una reencarnada... Y me ha estado siguiendo por un par de vidas, y espero a juntar todas las piezas y fuerzas para enfrentarme!!! Jajaja -una risa estruendosa y desquiciada salió de su boca llenando la habitación silenciosa

-oh, mi querida Cale~ seguramente has estado sufriendo por tus reencarnaciones, fue el estupido dios de la muerte el que te obligó?- tomo una copa con mana muerto y la agito como si probará el aroma y consistencia de un vino caro, aunque claro, no había manera en que pudiera persivir nada, pero el gesto le pareció apropiado para brindar a la nada por la decisión que acababa de tomar.

-mi podré y desdichada Cale... Ya va siendo hora de que te libere de las garras de ese dios, si buscas un dios sol cual servir solo tienes que venir a mi lado y ser mía, yo seré el dios que te até... Jajaja- la estrella blanca se regosijaba por su resolución, esa mujer... La tomaría y cuando se liberará de su maldición ya siendo un dios la haría suya, una mujer tan digna debería estar a su lado.