Game Of Thrones: House Pendragon español

Capítulo 23 - Puerto Blanco

Capítulo 23 - Puerto Blanco

Black Sister, una de las dos espadas ancestrales de la casa Targaryen, usada por Visenya Targaryen en la conquista de Aegon.

La espada cobró miles de vidas, y después de muchos años de matar, la espada comenzó a tener sed de sangre, al menos eso es lo que dice la historia.

Por increíble que sea tener esta espada en mi poder, tengo que tomar en cuenta que es la espada Ancestral de la casa que gobierna los siete reinos, estoy seguro, que si me ven portandola me la exigirán de vuelta, y para no atraer la ira de todo Westeros, me veré obligado a entregarlo.

A menos que la convierta en otra espada, por mucho que no quiera hacer eso, creo que esa es la única opción, lo más difícil es encontrar a un herrero que pueda trabajar con acero valyrio.

Parece que tendré que ver a Eldric antes de lo esperado.

Reuní todos los artículos del baúl y limpié el lugar, borrando principalmente los rastros de que allí estaba la tumba de Bloodraven.

Después de limpiar todos los rastros, volví hacia los alojamientos, a esperar la salida del sol.

Al amanecer recogimos nuestras cosas y nos dirigimos al patio principal.

"Me despediré del Lord Comandante y del Maestre Aemon, terminaré de guardar las cosas y tomaré algunas provisiones, recolectamos más en el camino, nuestro destino ahora es Puerto Blanco, tengo que contactar a Eldric". Hablé.

Cuando dije que íbamos a Puerto Blanco, Perseo mostró una leve felicidad en su rostro.

"Entendido", dijeron los cinco de los Cinco.

Me dirigí hacia la Rookery, donde supongo que está el maestre, luego de llegar a la puerta de su habitación, llamé sutilmente a su puerta.

*TOC*TOC*

"Adelante" dijo una voz vieja.

"Soy yo, Maestre, Arthur, he venido a despedirme de usted y agradecerle todas las enseñanzas y consejos que me ha transmitido". Hablé.

"Oh, Arthur, has venido a despedirte de este anciano, ven, acompáñame al patio" dijo Aemon, levantándose de la silla en la que estaba sentado.

Sosteniendo a Aemon por los brazos, lo guié hacia el patio.

"Maestre, los libros que tomé prestados, aún no he tenido la oportunidad de leerlos, pero le prometo que se los devolveré intactos, por supuesto, solo si me permite llevarlos conmigo". Hablé.

"Como te dije antes, joven, no tengo el poder de decidir sobre ellos, pero sé que los cuidarás mucho, porque, como yo, sabes que quien lee, vive mil vidas antes de morir". muere, y el que no, vive sólo uno" habló Aemon.