Capítulo 32 - La araña.

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 Capítulo 32 - La araña.

"Te agradezco tu lealtad Davos, a partir de hoy tú y tu familia están bajo mi protección, pero además de lealtad espero tenerte como amigo". Arturo habló.


"Jajaja, quién diría que algún día sería amigo del famoso Lobo Sangriento" dijo Davos con diversión.


"Nunca me acostumbraré a ese nombre".


"Por cierto, Davos, mañana o pasado me iré a los bosques del rey para resolver un problema, cuando regrese necesito que me lleves a Puerto Blanco". Arturo habló.


"Está bien, estaré listo cuando me llames". Davos habló.


"Davos, ¿puedo hacerte una pregunta?"


"Claro." Davos respondió con una sonrisa.


"¿De casualidad sabes leer o escribir?". Arturo habló.


"No, nunca tuve la oportunidad de aprender". respondió Davos en un tono triste.


"¿Y te gustaría?" preguntó Arthur con una pequeña sonrisa.


"¡Pero por supuesto!" exclamó Davos.


"Está bien, haré que alguien te enseñe a ti y a tu familia a leer y escribir, y si quieres, también aprenderás a hacer matemáticas". Arthur habló con una sonrisa.


"Muchas gracias mi señor, gracias por mí y mi familia". Davos habló.


"Para nada, tengo que tener hombres educados a mi alrededor, en cuanto aprendas a leer, te daré unos apuntes míos sobre navegaciones." Arturo habló.


"¿Estás interesado en navegar también?" preguntó Davos con curiosidad.


"Sí, siempre me ha apasionado el mar, por eso siempre he buscado aprender cosas que me pudieran ser útiles, pero nunca necesité usarlo, creo que este conocimiento en tus manos será mejor aprovechado. " respondió Arturo.


"Ya veo, gracias mi señor, haré todo lo posible para hacer el mejor uso de este conocimiento". Davos habló con seriedad.


"Está bien, es tarde, tengo que volver con mis amigos". Arthur habló mientras se levantaba de su silla.


"Yo te acompaño."


Al llegar a la cubierta del barco, Marya estaba amamantando al pequeño Matthos. Dale y Allard seguían corriendo alrededor del bote.


"Marya, es un placer conocerte, pero tengo que irme ahora". Arthur habló con una sonrisa.


"Arthur, ¿no te gustaría quedarte a cenar?" preguntó María.


"Lamentablemente no puedo, hay gente esperándome". Arturo habló.

Game Of Thrones: House Pendragon españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora