ɢᴏᴊᴏ sᴀᴛᴏʀᴜ x ᴍᴀʟᴇ ᴏᴄ
Gojo Satoru es el esposo de Fushiguro Saori, un omega de apariencia bella y personalidad unica. Juntos forman una pareja perfecta y unica.
-Historia basada en el manga y posiblemente en el anime de Jujutsu Kaisen, sin embargo...
Alfa y Omega se encontraban tomados de las manos esperando pasientemente el próximo tren para poder ir a aquel pueblecito donde se encontraba aquel objeto maldito. Fushiguro Megumi solo los observaba de vez en cuando, vigilaba que aquel albino no hiciera algo indebido con su hermano mayor.
—Vamos, Megumi-Chan, deja de vernos así— Sonrío el albino—
El pelinegro solo lo ignoro. El sonido del tren resonó por todo el lugar, indicando que el tren llegaría pronto. Tomo su pequeño equipaje e ingreso al interior del tren, dejando a un Gojo totalmente ofendido.
—Juro que algún día me quedra— Prometió el albino—
—Si, te quedra pero muerto y tal vez unos cinco u ocho metros bajo tierra— Corto sus esperanzas —
—Omega es muy cruel... Debería tener un castigo — Llevo una mano a su pecho (en el área del corazón), y de forma dramática comenzó a darse leves golpes—
Saori rodo los ojos, se acercó más a su dramático esposo y beso dulcemente sus labios.
—Deja el drama, Megumi nos está esperando.
El albino solo asintio, Saori podía jurar ver una cola de perro moverse rápidamente de un lado a otro indicando su total felicidad.
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Después de unas horas de viaje los tres hechiceros por fin habían llegado al pueblecito. Satoru Gojo estaba enojado, la recepcionista del hotel donde se encontraban era una Beta de gran belleza, un cuerpo de en sueños y una personalidad irritante, la Beta coqueteaba con el Fushiguro mayor cada vez que podía, desde abrir un poco más su escote hasta invadir su espacio principal, totalmente desagradable. Su aroma cada vez salía más amargo, indicando sus notables celos.
—Lo siento, pero no tenemos más habitaciones disponibles— Dijo apenada — Puedo intentar buscar una habitación en una horas más si usted lo desea.
—No es necesario, con dos habitaciones es más que suficiente—
—Disculpe mi intromisión pero, ¿No se supone que cada uno tendría se propia habitación?
—No es necesario que cada quien tenga su propia habitación— Gojo aclaro su garganta — Mi Omega y yo dormiremos juntos... Cómo lo hemos hecho desde que nos casamos, el único que nesesita una habitación propia es mi cuñado.
La mujer solo lo observó con vergüenza y molestia, Gojo estaba satisfecho con su reacción.
—Ya veo, disculpe mi atrevimiento — Inclino un poco su cabeza—
—Esta bien, ahora denos las llaves e indique cuales son las habitaciones que usaremos.
La recepcionista asintio, les indico el número de cada habitación y les dió las llaves.
«Una molestia menos» Pensó el albino
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