Doomed love (Sirius Black) (Regulus Black)

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30 de octubre 1975

Una clase mas de Xilomancia y ambos hubieran enterrado las ramas de roble blanco en los ojos, a ninguno le gustaba la adivinación y era obvio que mucho menos les gustaría la adivinación combinada con ramas.

Si no hubiese sido en el horario en el que todos estaban en clases, hubiera parecido demasiado extraño poder divisar a Adhara Crouch agarrada de la mano de Sirius Black mientras corrían rápidamente, al parecer se estaban escabullendo de algún prefecto. Sirius ya tenía toda la semana llena de detenciones y no le gustaría agregar una mas solo por saltarse una estúpida clase.

La castaña se recargo en las grandes ventanas del invernadero, tratando de recuperar el aliento mientras una sonrisa de oreja a oreja se hacía presente en su rostro.

– ¿Por qué fuiste bastante estúpido para anotarnos en esa estúpida clase? – la voz de Adhara reflejaba lo cansada y necesitada de aire que estaba pero antes de que Sirius pudiera a sincerarse un par de chicas Hufflepuff salían de los grandes invernaderos, ambas se quedaron mirando mientras murmuraban y unas risitas era lo único que los dos Gryffindor podían escuchar

– Hola Sirius – soltó coquetonamente la Hufflepuff de cabello rojizo mientras lo miraba nerviosamente mientras se acomodaba un mechón detrás de la oreja

– Bones – ambas Hufflepuff fruncieron el ceño ante el comportamiento nada coqueto del peli negro y cuando divisaron a la castaña que estaba a su lado, ambas la fulminaron la mirada

– Adhara Crouch, ¿cierto? – la otra Hufflepuff era más pequeña que la otra y su cabello era demasiado rubio

– Mejor conocida como Barty junior junior – Sirius respondió con una sonrisa en su rostro y aunque su comentario no había sido nada gracioso, ambas chicas Hufflepuff comenzaron a reírse haciendo que Adhara rodeara los ojos ante el comportamiento tan inmaduro de aquel par – Bueno eso no importa, Bones, ¿Puedo pedirte algo?

Ambos se alejaron hacia el otro extremo del pasillo, Adhara quería seguirlos con la mirada pero fue inútil la chica rubia se puso delante de ella con los brazos cruzados y la miraba de arriba a bajo con aires de superioridad haciendo que la castaña se sintiera incomoda. No tardaron demasiado, la peli roja tenia las mejillas levemente rosadas y soltaba algunas risitas mientras que Sirius tenía su típica de sonrisa de cuando algo había salido como él lo había planeado.

– No te diviertas tanto, Black – la peli roja soltó en un tono burlón mientras tomaba del brazo a su amiga y ambas se alejaban. Dejando solos a aquel par de Gryffindor.

Sirius miro de vuelta a Adhara y con una sonrisa para nada tímida – Por tu cumpleaños – le mostró una pequeña bolsa que en su interior había algunos hongos secos

– Aún no es mi cumpleaños

– Solo faltan menos de veinticuatro horas, témalo como un regalo adelantado – le regalo aquella sonrisa, la sonrisa de Sirius Black que hacía que a cualquier persona le temblaran las piernas y soltaran un suspiro

El peli negro paso su brazo por los hombros de la castaña para caminar lejos del castillo, mientras bromeaban de cualquier estupidez que se le ocurriera a Sirius.

Se sentaron detrás de un gran árbol a pocos centímetros de donde empezaba el bosque prohibido, ambos podían sentir como la humedad del pasto se les pegaba a la piel y recorría cada centímetros de su cuerpo, al principio Adhara sintió pequeñas cosquillas detrás de sus rodillas y Sirius podía sentir un sabor fascinante recorrer toda su garganta. Por un momento el peli negro pensó que los hongos no eran tan fuerte como Bones le había comentado pero de pronto sus sentidos empezaron a expandirse, de un momento a otro pudo divisar a Adhara frente a él, los ojos azules de ella ahora eran casi negros por culpa de su gran pupila dilatada, tenía una hermosa sonrisa pero aquella sonrisa que justamente ella tenia mientras miraba a Sirius, era la más preciada para él.