CAPITULO 25
-¿Que pasa, Kara?- pregunté al ver qué entraba a toda velocidad la trastienda con una expresión extraña en el rostro.
-Pensé que no te agradaban.
-¿Quién no me agrada?- pregunté comenzando a tener un mal presentimiento.
-James Hetfield está en la tienda, mirando las guitarras.- respondió algo sofocada, era raro ver a Kara así y en otra ocasión me hubiera burlado de su reacción pero en ese momento solo podía pensar en James.
-¿Tú hermano no tienen una enemistad declarada con Metallica?
Ignoré su pregunta de inmediato me puse de pie fui a ver y en efecto ahí estaba James cerca de las guitarras firmandole una camiseta a un cliente, me volteé hacia la pelinegra y le pregunté:
-¿que hace él aquí?
-Es obvio ¿no? Eres la única persona que lo conoce aquí, supongo que te está buscando, quiere verte.- respondió mirándome con una ceja arqueada conocía esa cara.
-No es lo que estás pensando como te has dado cuenta a mi también me tomó de sorpresa.- aseguré aunque notaba como las mejillas me comenzaban arder.
-Yo no dije nada- respondió con una sonrisa burlona.- además no te culparía es más guapo en persona y más alto de lo que pensaba, me gustan los hombres altos.
-Ssshhh.
-No vas a negarme que es guapo.
Lo lamenté por Jason porque sabía que le hubiera hecho ilusión conocer a James era una lástima que justo ese día se había tomado el día libre.
-Iré a ver que quiere.
Noté que aún así que mi compañera me seguía por detrás, me puse en frente del rubio e intenté parecer relajada aunque para nada era como me sentía en ese momento era un manojo de nervios así que sin antes saludarlo le pregunté:
-James ¿Que haces aquí?
-No veniste a la fiesta.- me acusó también sin saludarme.
-No pensé que sería lo correcto ir.
-Y yo pensaba que vendrías, después de que hablamos.
-Nunca te dije que iría.
-¿Dave te lo prohibió?- preguntó pareciendo en serio fastidiado.
-No, Dave no puede prohibirme nada, fue mi decisión no ir, puede que te sorprenda pero hay personas en el mundo que no desean verte.- respondí solo deseaba que entendiera que lo quería lejos de mí.
Se dió la vuelta se quedó mirando el lugar, le dio una rápida inspección y después murmuró:
-Esta es mucho más grande que la que trabajamos supongo que aquí debes tener tu pequeño reinado.
-Claro que no.
-Si te encanta decirle a la gente que hacer.
Kara que estaba atrás de mi dejó escapar una leve risa cosa que no le pareció desapercibido al rubio.
-Vez tu amiga me da la razón.
-No somos amigas- dijimos las dos a la vez.
-Lo que sea... Me gusta este lugar, si tú te has encargado de esto lo has hecho bien.
No sabía que contestar a su cumplido lo miré a los ojos siempre me habían gustado sentí algo removerse en mi interior entonces sacudí la cabeza quitando aquellos pensamientos de mi cabeza y cambié el tema: