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CAPITULO 20
Salir con James no era sencillo, porque era muy pocas las veces que estábamos a solas quitando las veces que trabajabamos, en realidad evitaba hablar mucho con él porque sí lo hacía no iba a poder ocultar lo que realmente sentía por él sería evidente para Dave lo que sucedía era muy mala para esconder mis sentimiento, así que estaba ansiosa por llegar a Nueva York sea lo que sucediera con mi hermano estaba cansada de ocultar mis sentimientos prefería decirle la verdad.
Estábamos guardando las últimas cosas en parte trasera de la camioneta, los chicos habían salido de fiesta de despedida una noche antes, pero no me sorprendió que mientras bajabamos cosas pude ver a Kirk, desde que lo conocimos pareció crear un vinculo especial con la banda debía reconocer que me daba algo de pena ya no verlo más, ni siquiera sabía si algún día lo volvería a ver.
-Kirk te voy a extrañar.- le dije finalmente, lo abracé en forma de despedida.- Ojala pudieras ir con nosotros a Nueva York, vas hacer falta.
-Bueno... - luego volteó a ver a James y dijo de inmediato.- Estoy seguro que nos veremos pronto Bon, creo que Cliff me habla veré que quiere.
Mientras seguíamos bajando cosas era muy agotador debido al calor que hacía esa tarde y además porque ya ibamos más de dos horas tarde como siempre no entendía porque los chicos establecían un horario si nunca lo cumplían.
-¿James me ayudas con una caja muy pesada?
-Si, claro.
Nos metimos a la habitación de inmediato yo lo rodeé con la manos nos empezamos a besar ya no podía resistir mucho más tiempo ya que debido al repentina mudanza esta semana habíamos estado tan distante como cuando ninguno de dos aceptaba sus sentimientos, pronto mi espalda estaba recargada sobre la pared lastima que ese momento no duró mucho porque en eso la puerta se abrió, nos separamos de golpe pero para nuestra suerte solo era Lars.
-Ustedes son pendejos, Dave está en la sala, no pienso volver a cubrirlos, viene hacía acá.
James se agachó y tomó la caja, en eso entró Dave que estaba de mal humor por que ibamos tarde.
-¿Cuánto tardan en ir por una puta caja?
-Es que está pesada.- se quejó el rubio.
Dave puso los ojos en blanco se la quitó a James de la manos y la cargó sin mucho esfuerzo.
-No esta tan pesada, hay que irnos ya ¿es lo último que falta?
-Creo que sí.
-Sí, vamonos.- repitió James me lanzó una mirada casi triste, no entendía porque.
Mientras acomodaba la última caja surgió la duda de:
-¿Quién conduce?
-No me miren a mi, yo no entiendo las leyes de transito de este país manejan como unos malditos endemoniados.- repuso Lars.
