CAPÍTULO 40
Bonnie había regresado de trabajar antes de volver a su departamento había ido a comprar su mandado, y se le habían perdido las llaves entre sus bolsas, my concentrada por eso cuando sintió una mano sobre su hombro se sobresaltó, haciendo que su bolsa de frutas se le cayera, y varias naranja salieron rodando.
-Maldita sea James me asustaste.- comentó ella relajándose al darse cuenta que era James.- ¿Me estabas esperando ahí agazapado en un rincón?
-Te ayudo- respondió James agachandose poniendose a recoger la fruta que se había caído.
-¿Ha que has venido hasta aquí?
-Bueno hace semanas que no nos vemos, y como he decidido que me voy a quedar en esta ciudad por un tiempo indefinido quise venir a visitarte- respondió mientras recogía las últimas naranjas, tomaba una bolsa de Bon.
Bonnie se le quedó mirando con los ojos entrecerrados luego lo inspeccionó para después soltar:
-Te ves diferente a la última vez que nos vimos, eso es bueno.
La última vez que había visto a James se veía muy deprimido, decaído y muy ebrio, esta vez no era que pareciera rebosar de alegría y tampoco parecía estar del todo en paz pero parecía más tranquilo que antes y además de que parecía que no había bebido al menos no en las últimas horas.
-No fueron buenas semanas, pero me he sentido mejor los últimos días.
-Lo de Cliff fue una tragedia pero no puedes estar triste por siempre, James, espero que te sigas sintiendo mejor cada vez más.
Por fin abrió la puerta dejó a James pasar primero podía ser que Dave ya no viviera en el mismo edificio que ella pero aún varios conocidos y amigos de su hermano que se había hecho vivían por ahí, tenía miedo que alguno de ellos le dijera que la habían visto hablando con James.
-¿Qué ibas hacer ahora?- le preguntó James.
-Mi cena.
-Puedo ayudarte.
-Has olvidado que he probado tu comida James y es horrible.
-No estaba tan mal- luego se quedó pensando y agregó.- bueno sí era mala pero era comestible ¿no? Tu tampoco eras muy buena cocinado que recuerde, apenas un poco mejor que yo, y siempre hacías los mismos tres platillos de siempre.
-Bueno aprendí algunas recetas desde entonces.
-Aprendiste a conducir, a cocinar ¿que más aprendido estos años?
Se sentía natural hablar con James como si no hubiera pasado un año sin hablar, como si no hubieran terminado mal, le sorprendía la facilidad con la que se podía acostumbrar a él, se puso a picar algunas cosas mientras James se sentaba en frente observandola.
-A defenderme, Dave me enseñó algunos trucos para sobrevivir en la calle por si "algún idiota intenta sobrepasarse conmigo y él no esté cerca para darle la paliza de su vida".
-¿Me estás amenazando?- arqueó la ceja James.
-¿Como crees?
Estaba demasiado cómoda con James ahí más de lo que quisiera, empezó a sentirse asustada, pensó en Ben, por alguna extraña razón se sintió culpable aunque solo estuviera charlando con Hetfield parecía que no era lo correcto no era justo para su novio que se sintiera más cómoda hablando con su ex que con él, debía terminar con eso lo antes posible.
-James aunque me alegra en serio verte mejor que la última vez, tal vez debes irte.
-No puedo.
Se esperaba cualquier respuesta menos eso, incluso que se enojara o pareciera dolido al sentir que lo estaba corriendo, pero James no parecía ninguna de esas cosas.
