AuTiStIc LoVe | KOOKV

𝐓 𝐫 𝐄 𝐜 𝐄

T r E c E | Celos

"Te juro que no sé por qué me observa tanto." Admito a Jimin, dándole un sorbo a mi gaseosa al ver pasar nuevamente al chico.

"Ya, y yo nací ayer." Bufa y yo lo observo burlón.

"Pues si nos basáramos en tu estatura, sería creíble."

"¡Maldito bastardo!" me golpea en el hombro con fuerza mientras yo estallo en risas. "Pero en serio, ese te observa mucho, ¿tu noviecito ese no es celoso?" me pregunta mientras le da una calada a su porro.

"No." Respondo con mi vista fija en el hombre.

Desde hace veinte minutos el muchacho en cuestión había pasado al frente de nosotros y me sonreía coquetamente. Para alguien normal quizá habría pasado desapercibido, pero Jimin y yo teníamos una neurona en nuestro cuerpo que nos ayudaba a percatarnos de cosas simples.

Supervivencia, lo llama Jungkook.

"Bueno, pero deja de observarlo o se acercará." Me dice y yo me encojo de hombros.

"No es feo y tengo ojos."

"Pensé que dejaste tus andadas de infiel por este niño."

"Lo dejé, pero no me hace infiel mirar." Bufé.

El muchacho es alto, tanto como yo, su cabello castaño cae con ondulaciones por su frente, haciéndolo lucir bastante guapo. Quizá me atraía porque su cabello se parecía al de Jungkook, pero no sabría decirlo a ciencia cierta.

"Sigo sin entender por qué te gustan los hombres, las mujeres son más estéticas." Comenta Jimin sin verme, tan sólo mirando a lo lejos.

Ambos estamos sentados en uno de esos bares que abren veinticuatro horas, yo no bebía porque debía ir a trabajar aquí cerca en una hora y Jimin fumaba su porro tranquilamente. Ambos sabíamos complementarnos y adaptarnos a la emoción del otro, no podría contar cuantas veces Jimin me cuidó borracho o drogado.

"Jungkook es estéticamente atractivo." Replico, recordando el adonis que tengo por novio. "Pero supongo que es subjetivo."

"Sí, supongo que sí." Suspira. "Creo que ya empecé a ver unicornios."

"¿En tu mente existen unicornios?" me burlo, percatándome de cómo las venas de los ojos se le marcan, señalando que la marihuana ya estaba haciendo su efecto.

"Aunque se nos olvide, fuimos niños pequeños que creían en unicornios." Comenta suavemente.

"Deberías ir a dormir." Le digo. "Puedes quedarte en mi apartamento, no está muy lejos y Jungkook no está."

"¿Puedo? Volví a pelear con Jinhye y no creo que me acepte drogado en la casa."

"Sabes que sí." Le entrego mis llaves. "Ya has ido, sabes cómo entrar y demás."

"Sí, creo."

"Sólo ve a la cama y no toques nada, ¿bien? Cuando salga de trabajar te llevaré algo de comida."

"Te amo, Taehyungie." Me da un abrazo rápido y yo hago una mueca.

"Eh, que sí, que sí. Quítate." Me zafo de sus brazos rápidamente. "Más te vale que no dañes nada, Jimin."

"¡No lo haré!" responde eufórico, "Iré a dormir, diviértete en el trabajo."

"Cómo si pudiera divertirme." Bufo.

Encendí mi cigarrillo y esperé pacientemente afuera del gimnasio. Había oscurecido hace un par de horas, pero sabía que Jungkook seguía metido aquí. No me gustaba pedirle que no se quedara mucho tiempo en el gimnasio porque es algo sagrado para él, pero me preocupaba más de lo que podía admitir.