𝐍 𝐮 𝐄 𝐯 𝐄

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N u E v E | Gata enemiga

Miré el gato que estaba sobre el sofá nuevo.

Ni siquiera sé cuánto tiempo pasó desde que entré al apartamento y vi al gato ahí, adormecido, ignorándome. Mi ceño fruncido no se iba de mi rostro mientras lo miraba, incluso Bam se sentó a mi lado mirando al gato. Yeontan por su lado estaba acostado al lado del gato, lo que hacía que mi ceño se frunciera más.

"¿Ya conociste a Dory?" me pregunta Jungkook llegando al apartamento.

"¿Qué hace un gato en el apartamento?" le pregunto con el ceño fruncido y él me mira en silencio. "Jungkook."

"La encontré en la calle esta mañana." Responde, bajando la mirada.

"¿Y? No somos una fundación de animales callejeros." Le digo, sintiendo el enojo correrme por todo el cuerpo. "¡Además está en el sofá!"

"Yeontan también."

"¡Yeontan es más limpio que tú!" le gruño.

"Pedí que bañaran al gatito en una veterinaria." Responde, acercándose lentamente.

"Sabes que tienes que hablar conmigo si quieres otro animal en la casa." Le recrimino, sintiendo mi enojo bajar al ver su rostro tímido. "Podemos discutir sobre tener más animales, aunque para mí con dos perros es suficiente."

"La gatita no dará muchos problemas." Me dice con un puchero.

"Tienes veintiocho años, no me pucherees."

"Tae... la gatita ni se sentirá, es más independiente que los perritos y..."

"Nunca quise hijos." Le digo con suma seriedad, "Quizá por eso soy gay. Las mascotas son como hijos. Con Bam accedí porque sabía que no me dejarías en paz si no lo adoptábamos, tú me regalaste a Yeontan para mi cumpleaños y esa rata con pelos se supo ganar mi corazón, ¿y ahora un gato?" exhalo con cansancio al ver los tres animales que nos veían interesados.

"Es una gatita." Me corrige y yo frunzo los labios en una fina línea.

"¿Y por qué Dory?" me rindo.

"Por la película."

"¿Cuál película?"

"La de buscando a Nemo. Dory es la pececita que tiene memoria a corto plazo"

"¿Y quién es Nemo y por qué lo buscan? ¿Y cómo es posible que un pez tenga memoria a corto plazo?"

"¿Nunca viste Buscando a Nemo?" me pregunta, mirando a mi rostro como si tratara de descifrar si estoy mintiéndole.

"No, Jungkook, nunca vi algo tan bizarro como eso."

"Es una película animada."

"De niño nunca vi televisión." Me encojo de hombros.

"Oh, vaya..." él parece sorprendido. "Vaya, tenemos que verla. Sí, tenemos que verla, voy a pagar Disney plus para eso."

"¡No gastes todo el dinero en tonterías!"

"No dijiste eso cuando compré el sofá."

"El sofá no es una tontería."

"Ni cuando compré la cafetera."

"Eso tampoco es una tontería."

"Lo es, costó lo que me pagaron en dos sesiones fotográficas."

"Tú y yo amamos el café, no fue una tontería." Insisto.

"¿Tampoco lo fue la cama especial para Yeontan?"

"¡Yeontan tiene que dormir bien!"



Abrí mis ojos con pereza mientras oía como algo aruñaba la puerta, miré a mi reloj y apenas eran las dos de la mañana. Miré hacia mi izquierda y Jungkook seguía durmiendo profundamente, pero el sonido no dejaba de sonar hasta que oí un maullido.

"Demonios." Gruño, y empiezo a darle patadas a Jungkook para que se despierte. "Jungkook, despiértate."

"¿Mmmh?"

"Tu gata está aruñando la puerta, donde la dañe juro que tendremos problemas."

"Nuestra." Dice adormilado.

"Tuya. Así que ve a ver que carajos quiere."

"Ve tú, tengo sueño." Replica.

"Me duelen las piernas, ve tú."

"Pero yo hice todo." Lloriquea.

"Te estás volviendo respondón." Gruño, "Pero es tu gata, ve." Insisto, dándome la vuelta para tratar de seguir durmiendo. Celebro internamente cuando Jungkook abrió la puerta y la gata dejó de maullar, pero abro los ojos rápidamente cuando siento a esa cosa subirse a la cama. "¡No!" exclamo en un grito, sentándome en la cama. "No en la cama, Jungkook, déjala en la sala."

"Pero nos extrañó..."

"No en la cama, no dejo ni que Yeontan ni Bam se suban a la cama, no. En esto hazme caso."

"Pero..."

"¡No! Se puede mear y dañar el colchón, o simplemente sus pelos dejarlos por todo lado. No, Jungkook, échala de la habitación." Ordeno, viendo como Jungkook se lleva a la gata hacia la sala.



Ignoré la película que estábamos viendo en la sala y me subí en las piernas de Jungkook sin dejar de besarnos. Sus manos tímidamente suben por mis piernas, dándome caricias suaves y sensuales. Siempre he sido ruidoso por lo que no me importó dejar escapar gemidos. Con ansiedad empecé a moverme contra él, necesitando sentirlo. Una de mis manos se enredó en su cabello y la otra la fui bajando por todo su trabajado abdomen.

Él empezó a moverse contra mí, haciendo que ambos jadeáramos, por lo que empecé a bajar mis besos por su mandíbula hasta llegar a su lóbulo de la oreja y jugar un poco con ella ya que él tiene un punto erógeno ahí. Sus jadeos me estaban calentando el doble, por lo con mis dos manos traté de quitarle la camiseta, y cuando se la estaba quitando alcé mi vista y en el sofá, justo atrás de nosotros la maldita gata nos estaba viendo.

"¡Mierda!" gruño, asustándome.

"¿Uh?" Jungkook me mira jadeante sin entender.

"Tu maldita gata nos está mirando." Gruño. "Demonios, ¿acaso le excita vernos? No, Jungkook, echa a esa maldita gata." Bramo, levantándome y sintiendo un dolor en mi entrepierna por no seguir en lo que estábamos.

"Tae, la gata no entiende nada." Insiste, siguiéndome mientras me voy a la habitación.

"Sigue creyendo eso. ¿Por qué crees que los perros nunca nos molestan? Esos animales no son tan idiotas." Bufo.

"Tae, por favor no me dejes así."

"Echa a esa gata."

"No."

"Jungkook."

"No, la gata no tiene la culpa."

"Entonces has que la gata te baje la erección." Gruño, encerrándome en el baño. 

AuTiStIc LoVe | KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora