𝐂 𝐮 𝐀 𝐭 𝐑 𝐨

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C u A t R o | Tenis nuevos

Jungkook no me había dicho nada y yo tampoco me había detallado. Mi mente estaba o en el trabajo (que odio) o en que Jungkook estuviera bien o en conseguir dinero para final de mes. Aunque Jungkook trabajaba en una biblioteca, no ganaba mucho, así que a mí me tocaba esforzarme el doble por los dos. Es algo que acepté en el momento en que me enamoré de él, no me molestaba tanto como la gente creería.

La cuestión estaba en que Namjoon me llamó después de que Jungkook se despidiera de él en el gimnasio.

"Se le dañaron los tenis." Me dice con un tono de voz avergonzada, "Quise darle dinero para que se comprara unos nuevos, pero negó con la cabeza y se fue."

"Está bien, Nam, gracias." Respondo. Apenas él colgó, dejé escapar un suspiro de frustración, ¿cómo no me había detallado en los tenis?

Me quité el uniforme del trabajo, quedando simplemente en calzoncillos y dejando este en el cesto de la ropa sucia que Jungkook me obligaba a usar. Caminé hacia el armario y entre mis zapatos rebusqué la pequeña cajita donde tenía ahorros de emergencia. Tan sólo tenía 246.00 wons.

"Esto es una emergencia." Me digo. "Esto es una emergencia." Repito, guardando los billetes en mi billetera.

El sonido de la puerta principal cerrándose hace que me apresure a guardar mi billetera debajo de la almohada. "¿Jungkook?" lo llamo, yendo hacia la sala. Tenía el cabello mojado, haciéndome notar que estaba lloviznado, y en sus manos tenía unos tenis descocidos.

"Creo que debo dejar el gimnasio." Me dice sin verme a los ojos, dejando los zapatos en el suelo de la entrada. Su pecho subía y bajaba descontroladamente.

"No creo que..."

"Empezaré a trabajar más."

"Jungkook, no es necesario." Le digo, frunciendo el ceño.

"Sí. No soy tonto, el dinero no es suficiente." Replica, mirándome por fin. "No soy un tonto."

"No he dicho que lo seas." Bufo. "Pero amas ir al gimnasio, es absurdo dejarlo, mocoso."

"Hay rutinas que... hay rutinas que puedo abandonar." Su voz se entrecorta y mi vista se dirige inmediatamente a su mano.

"Deja de enterrarte las uñas en la palma de la mano, sabes que odio que hagas eso, niño." Le recrimino, acercándome a él. "Ven, Jungkook, necesitas una ducha."

"No soy un tonto, Taehyung." Repite.

"Sé que no lo eres, yo no soy novio de tontos, ni de imbéciles, así que deja de decirme algo que ya sé." Gruño. Él me mira el rostro, puedo ver su frustración por no saber el significado de mie expresión, relajo el rostro y me obligo a calmarme. "Vamos a que te des una ducha, ¿sí? Luego calentaré un poco de guarniciones, cenaremos e iremos a dormir. Mañana tomaremos decisiones."

"Ya tomé una decisión."

"Yo no, Jungkook, y como te dije el día que empezamos a acostarnos: Los dos vamos a dialogar las putas cosas que hagamos adentro y afuera de la cama, ¿ok?" le recuerdo y él asiente. "Perfecto, ahora, al baño."

Luego del baño y un poco de guarniciones, Jungkook se durmió puntual. Yo, en cambio, me quedé despierto un par de horas más, pensando en lo que debía hacer. Cuando era más joven no me importaba nada más que ser camello, cobrarles dinero a personas y metiéndome en peleas constantemente. Incluso llegué a robar cuando las cosas se ponían difíciles. Esa fue la clase de juventud que Jimin y yo vivimos. Pero hace unos años llegó Jungkook a mi vida, como un huracán hizo que mi vida cambiara, me hizo volverme un hombre común de sociedad por él.

AuTiStIc LoVe | KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora