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Narrador pov.

Al menos de aquella forma llegarían rápido, aunque Hera dudaba que salieran ilesos totalmente de ahí. 

Probablemente tendría una confrontación con los Volturi, pero ella no les temía. Además de que estaba segura que no le harían nada a su sobrina, después de todo Hera es una bruja. Solo esperaba no meterse en graves problemas con MACUSA.

Él máximo órgano de gobierno de la comunidad mágica en Estados Unidos de América.

Al menos la ley de Rappaport ya no estaba vigente de lo contrario hubiera sido terrible para Hera. Llegar fue rápido, solo que tuvieron que bajar en una parte del bosque cerca de Volterra con tal de que nadie más los viera.

Sabía que aún estaban a tiempo, le había dejado una carta a Charlie para que no se preocupara.

Y trataba de tranquilizar a Bella y a Esme las dos estaban preocupadas al saber que Edward podía morir en manos de los Volturi.

Mentalmente Hera pensaba en varios insultos para él vampiro.

¿Acaso no le importaba su familia?.

-Esme, todo va a estar bien.-Hera ahuecó suavemente su mejilla con una mano y le levantó la cara.

No sabía exactamente porque pero verla triste hizo que sintiera una opresión en su pecho, como si también a ella misma le doliera.

Esme disfrutó el tacto cálido de Hera, por un momento quiso abrazarla y aferrarse a ella pero no lo hizo, no quería incomodarla por lo que se limitó a intentar sonreír.

-Eso espero.-Susurró Esme sintiendo como la mano de ella se posaba en su espalda.

Un Porsche reluciente de color amarillo chirrió al frenar a pocos centímetros de donde ellos estaban.

La palabra TURBO, garabateada en letra cursiva, ocupaba la parte
posterior del deportivo. Mientras que Hera pensaba en alguna solución para no involucrar a su sobrina con los Volturi y de pronto tuvo una idea.

-¡Rápido!.-gritó Alice con impaciencia por la ventana abierta del asiento del copiloto.

Las cuatro se acomodaron en el Porsche, mientras que Alice se apresuraba a pasarle una gorra a Esme para que se cubriera del sol.

-¿No podías haber robado otro coche menos llamativo, Alice?.-se quejo Bella.

El interior era todo de cuero negro y las ventanas tenían cristales tintados.

-Lo importante aquí, es llegar antes de que salga directo al sol.-hablo Hera antes de que Alice dijera algo.

Se sentía nerviosa, pero ya tenía idea de lo que iba hacer. A pesar de que era arriesgado ella estaba dispuesta a enfrentarse a los Volturi.

Y aunque tenía un poco de rencor hacía Edward por a ver abandonado a Bella.

Lo salvaría solo por Esme.

La ansiedad que empezó a sentir no estaba ayudando, se dedico a ver por un momento el paisaje. Cuando empezó a divisar las colinas y los pueblos amurallados tan semejantes a castillos desde la distancia.

Hera observo de reojo a Esme, definitivamente estaba más ansiosa que ella. Quería mucho a Edward como si fuera su hijo y es por eso que había decidido aquello.

Salvarlo.

De lo contrario Hera hubiera hecho que Bella olvidara a Edward con un hechizo y asunto resuelto.

Por un momento se mordió su labio inferior.

Nos evitábamos tantos problemas

Pensó con cierta diversión.

Sin embargo estaba confundida por aquellos sentimientos hacía Esme Cullen. Al mismo tiempo se le hacía tan familiar y tal vez darse una nueva oportunidad en el amor no seria mala idea.

-Hay algún evento.-murmuró Alice.- un festival o algo por el estilo. Las calles están llenas de gente y banderas rojas. ¿Qué día es hoy?

-¿diecinueve?.-inquirió Esme con duda y entonces lo entendió.-Menuda ironía, es el día de San Marcos.

-¿Y eso qué significa?.-pregunto Hera con curiosidad.

Esme se rió entre dientes.

-La ciudad celebra un festejo todos los años. Según afirma la leyenda, un
misionero cristiano, el padre Marcos, de hecho, es el Marco de los Volturi, expulsó a todos los vampiros de Volterra hace mil quinientos años. La historia asegura que sufrió martirio en Rumania, hasta donde había viajado para seguir combatiendo el flagelo del vampirismo. Por supuesto, todo es una tontería... Nunca salió de la ciudad, pero de ahí es de donde proceden algunas supersticiones tales como las cruces y los dientes de ajo. El padre Marcos las empleó con éxito, y deben funcionar, porque los vampiros no han vuelto a perturbar a Volterra.

A Hera no le sorprendía completamente la historia, después de todo ella ya estaba acostumbrada a todo lo que no tuviera que ver con lo "normal".

-No les va a hacer mucha gracia que Edward la arme el día de San Marcos,
¿verdad?.-inquirió Bella pensando en aquella cercanía que tenía su tía con Esme.

Alice sacudió la cabeza con expresión desalentadora.

-No. Actuarán muy deprisa.

-¿Sigue planeando actuar a mediodía?.-preguntó Hera.

-Sí. Ha decidido esperar, y ellos le están esperando a él.-contestó Alice.

Hera disimuladamente agarro su varita, de seguro le reclamarían pero estaba segura que todo saldría bien.

-Bella, Hera.-Alice habló rápido, con un tono de voz bajo, feroz.-No logro anticipar cuál va a ser la reacción del guardia de la puerta; van a tener que ir, y corriendo, si esto no funciona. Lo único que deben hacer es preguntar por el Palazzo dei Priori y marchar a toda prisa en la dirección que les indiquen.

-Palazzo dei Priori, Palazzo dei Priori.-repetía Bella el nombre una y otra vez, intentando memorizarlo.

Mientras que Hera se acerco a Esme, la miró y le gusto la forma en que sus ojos dorados le transmitían tranquilidad.

-Con cuidado, Hera.-hablo Esme un poco nerviosa por la cercanía de ella.

Ella sonrió levemente.

-Lo tendré, solo quiero un favor.-hizo una pausa.-busque a Bella, probablemente no este conmigo y no se asusten si no se mueve.-Hera le guiño un ojo antes de irse.

Pero Esme estaba un poco confundida ¿Qué haría Hera?.

Hera estaba corriendo junto a su sobrina, había una parte que no estaba tan concurrida por lo que saco su varita.

La castaña lo notó.

-¿Qué haces tía...

-Lo siento Bella, pero no puedes expornerte de esta forma.-Hera negó con la cabeza y suspiro.-Petrificus Totalus.

𝐴𝑓𝑡𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤 | 𝑬𝒔𝒎𝒆 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora