4: Amistad

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Y para mi sorpresa, yo solo dejo que lo haga. No lo aparto ni me muevo para corresponderle, solo me dejo ser usado por él. Como un juguete. Y la verdad, sería tantas cosas por TaeHyung, que esto es como devolverle un favor después de decirle cosas tan hirientes y empujarlo a esta situación.

Con mis ojos abiertos, observo cómo su ceño se frunce al notar que no lo estoy besando también, me toma de los hombros y clava sus uñas con intensidad, como exigiéndome, reclamándome. Y la verdad es que no me siento para nada raro. Es tan familiar, como si siempre nos hubiéramos besado, el sonido salivoso junto a pequeños quejidos que ahora suelta, provocan algo en mi interior, algo desconocido, algo que ni siquiera con JiEun logré experimentar.

Supongo que eso es lo que me impulsa a corresponder su beso, y a abrazar su cintura provocando que nuestros pechos se toquen, y a morder con suavidad su labio inferior lográndole sacar un gemido.

Sí, TaeHyung. Úsame como tú quieras. Puedes usarme.

Cuando baja la intensidad pero no deja de besarme, se concentra en ser tan dulce que me provoca ternura y solo me dan ganas de abrazarlo, pues sus besos cortos y suaves sin dejar de ser intensos y pronunciados se esparcen a lo largo de mi rostro y mandíbula.

"Está bien, pequeño. Haz lo que tú quieras conmigo", se sigue repitiendo constantemente en mi interior.

Me empuja a la enorme cama para dejarme sentado y él colocarse encima de mis muslos, cuando lo hace, comienza a moverse encima de mí y ambos jadeamos por el roce. Aprieto sus caderas con fuerza para guiar sus movimientos, ambos estamos duros y la ropa estorba. Busco sus labios y lo beso más despacio a pesar del lío enorme que tenemos debajo, Tae abraza mis hombros y suspira encantado.

Soy un puto cabrón, TaeHyung, tenías razón. Estoy aquí sin saber qué demonios estoy haciendo, sin sentirme culpable y perdiendo la noción del tiempo, dejando que me toques a tu antojo y disfrutándolo como la mierda que soy.

El que siempre lo haya visto como un hermano –"que no es", dice mi conciencia–, no detiene el hecho del deseo ferviente que siento en estos momentos. Es como si mi cuerpo realmente quisiera poseerlo en todos los sentidos, como si me gustara follar con hombres, cuando solo se me pasa por la cabeza TaeHyung.

TaeHyung, TaeHyung.

No sé en qué momento logramos bajar nuestros pantalones, pero cuando lo hacemos, sin cambiar de posición, Tae se encarga de bajar la única prenda que impide que nuestros miembros se toquen. Y cuando lo hace, oh, cuando lo hace, cuando envuelve mi polla entre sus largos dedos y el sonido sucio que provoca lo que está haciendo inunda la habitación, gimo sin poder evitarlo contra sus clavículas.

¿Por qué se siente tan bien y estoy extremadamente sensible? El líquido pre-seminal no deja de escurrir entre sus dedos, parezco un jodido adolescente.

Gimo viendo cómo ahora sus dos manos envuelven ambos miembros y los fricciona entre sí.

Joder, masturbación doble. Más de alguna vez la he visto en el porno de trío de dos hombres y una mujer, pero nunca pensé que lo experimentaría con un hombre y en carne propia. Literalmente hablando.

Su polla contra la mía se ve tan perfecta, ambas son casi del mismo tamaño al estar duras y brillantes, Tae se encarga de masajear toda la extensión y jugar un poco con el pulgar en el glande, lo que nos hace gemir a ambos en sintonía.

Muerde mi cuello sin dejar de mover sus manos lentamente, me está volviendo loco que el movimiento sea tan lento y tortuoso. Levanto mis caderas para aumentar la fricción y Tae jadea sin poder evitarlo, moviendo él también sus caderas junto a las mías sin dejar de sostener nuestros miembros.

Making Love | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora