-¿De verdad tienes que irte?- le pregunté en un tono lúgubre.
- Sí. - me contestó. - No es por mí, ya sabes.
- Te echaré muchísimo de menos. - contesté mientras veía marcharse al amor de mi vida.
Se ha ido. Amy se ha ido. Parece mentira que después de cuatro años junto a mi, ya no vaya a estar a mi lado. Ya no voy a ver aquellos ojos verdosos, ni su impecable sonrisa.
Parece que fue ayer cuando estábamos en aquella fiesta de graduación del instituto. Después de cuatro años, nos graduamos. Llevábamos juntos desde 1º de la ESO, pero hasta la graduación no me atreví a mostrar mis sentimientos. Llevaba enamorado de ella desde segundo.
- Alex, ¿te apetece bailar? - me preguntó.
- Claro que sí. - le dije a Amy soltando la copa y yendo hacia la pista.
Ella iba impecable. Llevaba un vestido verde simple con un lazo a la espalda que contrastaba con el color tostado de su piel.
Cuando llegué, estaba terminando de sonar una canción de Duffy remezclada, cuando empezó a sonar We Found Love de Rihanna. No sé qué me pasó en ese instante que dije, esta ocasión es mía.
La miré.
Me miró.
Nuestros cuerpos se iban acercando poro a poco. La agarré por detrás de los hombros, pese a ser una canción movida, y justo antes del estribillo, nuestros labios llegaron a encontrarse.
Ese instante fue mágico. Sólo podía pensar en el beso, nada más en el mundo existía en ese momento. Sé que fue breve, pero después de ese beso, creo que los dos nos dimos cuenta de lo mismo...
Ese beso iba a ser el primero de una larga serie de ellos.