Capítulo 4

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El olor del cigarrillo se podía oler desde el baño. Hazel no podía salir de él, estaba desnuda. No tenía toalla, y para finalizar la tragedia, el baño de situaba delante del salón ( donde estaban los chicos).

No tuvo más remedio.

-¡Bill!-exclamó para atraer su atención.

-Ahora volverá-respondió una voz más ronca.-¿Qué necesitas enana?

-Tom, necesito que vayas a mi cuarto- dijo mientras intentaba recordar donde estaba la toalla- encima de mi cama hay una toalla, tráela.

-¿Y qué recibo a cambio?-solicitó el chico con tono burlón

-Ya veré, solo ¡traela!-ordenó ella.

El sonido de sus pasos indicaban su localización, estaba en el pasillo que daba a su cuarto. Par de minutos después volvió a la puerta.

-Ya la tengo-dijo

-Esta bien, voy a abrir la puerta. Quiero que cierres los ojos y me pases la toalla

-Bueno, no prometo nada.

Ella abrió la puerta lentamente, estaba situada detrás de esta para evitar cualquier cosa. El estaba con los ojos entre cerrados para simular tenerlos cerrados.

Observó a la chica discretamente, tenía el pelo algo desordenado, una piel pálida y libre de heridas, solo de una cicatriz en el muslo izquierdo. Como si fuera una estrellita.

La chica agarró algo agresivamente esa toalla. Cerró la puerta en la cara de Tom.
Ya estaba cubierta y lista para salir. El chico seguía en el marco de la puerta esperando algo a cambio, Gustav y Georg por otro lado veían una película en la televisión.

Solo paso directamente en dirección a su cuarto.

Los pies descalzos de Hazel sentían la alfombra del pasillo, mientras que ella escuchaba unos pasos lentos pero contantes situados detrás suyo. Solo entró a su cuarto mientras cierra la puerta de manera brusca. Comienza a ponerse cremas conjuntadas con perfume de olor muy dulce.

Ya vestida se da la vuelta, y mira los ojos de su intruso.

-¿Qué hacías mirándome?-preguntaba ella de manera desafiante.

-Vengo a por mí recompensa.-el sonríe de manera coqueta hacía el lado de su piercing.

En respuesta ella solo le da un beso tierno en la mejilla. Dejándole una pequeña marca rosada en esta.

-¿Ya? Estás satisfecho con tu recompensa -suspira

Tom no articulaba palabra, solo leves escalofríos en sus manos. Ella, en vez de besarle otra vez. Puso su mano sobre la mejilla, era suave y cálida. Dio unos golpecitos en nuestra de afecto. Sus rostros estaban a centímetros de distancia.

Se escucha la puerta principal siendo cerrada, ha llegado Bill.

Ambos salen de ese cuarto lleno de incomodidad para ir a recibir aquellas noticias.

-¿Y bien? Que te ha dicho el productor -pregunta Hazel, hacía ya un par de días que la llamaron para entregar todos lo documentos, ya la habían citado para las pruebas. Eran dentro de un par de horas.

-Dice que tiene muchas esperanzas en ti.- dice mientras una sonrisa sale a flote en su rostro.

-No se qué decir...- acaba soltando por los nervios.

-Seguro que vas a cumplir sus expectativas- dice Gustav para intentar animarla.

El estómago de la chica estaba revuelto de nervios y malos pensamientos. El concierto que se daría dentro de poco, no podría ir. Es imposible aprenderse unas 5 canciones en 3 días.

BEING WITH YOU | Tokio hotel fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora