D O S

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James hojea una revista de música, desparramado en la cama de Remus.

Él se considera un buen amigo, uno maravilloso, pero su plan de un sábado por la tarde no era precisamente este. Cuando Remus lo llamó imaginaba que verían algunas películas y ya entrada la noche saldrían a tomar algo, pero no, no es así. Ha estado tirado en la cama viendo como vuela ropa por todos lados y escuchando las quejas de su mejor amigo.

—Por Dios, hermano, te vez bien. Te ves estúpidamente guapo, como siempre.

—¿No crees que me veo muy simple?

James suspira y avienta la revista a un lado de la cama.

Remus lleva una camisa negra de cuello alto, encima trae una camisa de pana azul marino, su pantalón de mezclilla tiene unas rasgaduras en las rodillas.

—Para nada. Luces bien. Puedes usar la camisa dentro del pantalón y quizá un cinturón.

Remus asiente con la cabeza y camina por la habitación moviendo cosas.

Si es honesto, James está sorprendo. Moony es la persona más ordenada y limpia que conoce; quien diría que un Black tendría el poder para hacer que la habitación de su mejor amigo sea un mar de ropa por todos lados.

—Me gusta. ¿Me veo bien? ¿Te gusta? ¿Crees que le guste?

—Remus John Lupin, si me preguntas una vez más si te ves bien me voy a largar y no escucharé una sola palabra de tu cita con Black.

—No es una cita — contesta Remus acomodando su cabello un poco —, es solo una salida.

—Moony, he estado tres malditas horas viendo cómo te quitas y te pones ropa y créeme, no es en el concepto sexy que esperaba — James ríe cuando una camisa le cae en la cara y escucha a Remus decir que es un idiota —. Solo digo, que si no fuera una cita no estarías tan nervioso.

—Él nunca dijo que sería una cita. Sirius solo escribió "salgamos por un café este fin de semana".

—Mira, por más extraño que suene, Sirius Black no es de los que invita a alguien a salir solo porque sí.

—Creí que odiabas a los hermanos Black — la ceja alzada de Remus es curiosa.

—No los odio, solo creo que son unos presumidos — James le resta importancia con un gesto de mano —. Lo que intento decir es que he visto a Sirius mandar a la mierda a muchos chicos y chicas, si no le interesas, no le interesas. Y tú mi amigo, le interesas.

James se levanta de la cama, toma de los hombros a Remus y lo gira varias veces para verlo mejor.

—Me estas mareando, James. Para — James lo ignora y sonríe cuando se siente satisfecho en su evaluación.

—Te vez bien. Así que lárgate de una vez.

Remus se pone sus botas favoritas y toma sus cosas, se ve una última vez en el espejo y suspira.

—Lamento haberte tenido aquí tanto tiempo.

James sonríe y le sujeta el rostro con ambas manos.

—No pasa nada, Moony. Ve con el estúpido Sirius Black, tomen un café, hablen y mete tu lengua en su garganta.

—Eres tan romántico, James — le dice Remus rodando los ojos.

—En serio, no te preocupes. Saldré con las chicas esta noche — James hace una reverencia exagerada al abrir la puerta de la habitación de Remus, quien sale primero. Ambos bajan las escaleras —. Lily encontró un nuevo lugar y se muere por ir.

—Espero que se diviertan.

Ambos llegan a la sala de estar y se despiden de Hope, la madre de Remus, quien los acompaña a la puerta y le desea a su hijo una excelente tarde. James le da unas últimas palabras de ánimo a su amigo antes de separarse en la esquina.

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