capitulo 2

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Después de nuestra visita al antro del flaco, llegamos a la bodega del gordo.
Entramos a su oficina y este sonrió al ver la bolsa que Jhon traía en sus manos.

-Muy buen trabajo muchachos.

Dice el gordo con alevosía.

Me quedé parada junto con Jhon mientras el contaba los fajos.

- cuéntenme. Alguna novedad?

- Si señor. El flaco pensaba huir del país, en su habitación encontramos una maleta llena de ropa, tuvimos que presionarlo para que soltará la sopa.

Al escuchar el reporte de Jhon, el gordo paro de contar y se quedó mirándolo con rabia.

- y lo dejaste vivir?!

Al darse cuenta de lo sucedido Jhon agachó su cabeza y dijo. - si señor.

- Maldita sea!! Dice el gordo con rabia, golpeando la mesa. - Ese hijo de puta no está solo, si iba a escapar de aquí, debía tener alguien que lo ayudaba. Tengo fuertes sospechas que está con el bando enemigo.

- señor usted disculpe, no lo pensé en el momento pero yo voy a arreglar la situación.

Dice Jhon en tono serio.

- No hagas nada, ese maldito ya debió informar lo que pasó, vamos a esperar cuál será la siguiente acción.

Dice el gordo, tirandonos sobre la mesa nuestro pago.

- Les doy la mitad, ya que no pudieron darle fin al maldito traidor del flaco.

Ambos dimos las gracias, tomando nuestro dinero, y saliendo de la oficina.
Salimos de la bodega, tenía mucha rabia. Así que al salir, explote.

- Hijo de puta!! Dije con frustración.

- Calma!! Que te van a oí!. Dijo Jhon agarrándome de los hombros.

- Es que no te das cuenta de esta mierda!?
Si hicimos lo que nos pidió. Cómo es posible que nos pague la mitad, mientras el se limpia el culo con dinero.

- Cállate!. Vámonos de aquí, hablemos mientras nos tomamos una cerveza.

- vamos.

Subimos a mi moto, y llegamos a un bar del centro de la ciudad, ya conocían a Jhon, ya que el se cogía al bar tender.
Cuando entramos está misma nos sonrió, y proseguimos a sentarnos en la barra.

- Que les sirvo mis amores.

Dice la morena mientras le guiña el ojo a Jhon.

- Reyna. Danos dos cervezas bien frías porfavor.
Dijo este devolviéndole el guiño.

Nos sirvieron las bebidas, y tome un gran sorbo bajo la atenta mirada de Jhon.

- sabes Alya?. Has cambiado mucho.

- a qué viene eso? Le pregunté con una sonrisa.

- Recuerdo el primer día que llegaste a la bodega, con tu uniforme de instituto.

- ja! Que te vas a acordar, me tiraste la condenada puerta en la nariz.

- jmmm. La verdad fue porque, no quería que una niña como tú viviera este infierno.

- ay Jhon, el infierno lo vivo hace mucho. Gracias a mi padre.

Recordé con cariño cuando Jhon me enseñó a utilizar una pistola. Temblaba como gallina, o cuando me enseño a robar, y cuando la cagaba me gritaba.
Sonreí como estúpida al recordar esos momentos, por primera vez en mi vida sentía que tenía un amigo.

sumiso corazón  ( Tom - Tokio hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora