capitulo 4

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Me levanté muy temprano, creo que ya no podía dormir pensando en todo lo que había pasado, había un nombre que me rondaba la cabeza, y ese era Jhon, no podía creer que estuviera encerrado tanto tiempo, le prometí irlo a visitar, y como no hacerlo después de arriesgar su vida por mi.
Me fume un cigarro, viendo el amanecer por la terraza de mi casa, pensando en todo, en los años que perdí, en la vida que aún quería darle a Jorge, en mi nuevo empleo. Siendo honesta no me emocionaba mucho la idea de trabajar como interna, limpiando mierda de otras personas, pero algo que aprendí de mi madre, es que el trabajo honrado siempre da frutos.

Escuché a mi madre.

- Que haces aquí?.

- No pude dormir más, creo que tengo demasiado en qué pensar.

- ayuda me con Jorge, después bañate que saldremos a nuestra entrevista.

Me dispuse a hacer lo que ella me pidió, después de despedirme de mi pequeño, me vestí rápidamente, me agarre una coleta de caballo, y me coloque una blusa de mangas largas tratando de tapar mis tatuajes, no servía de mucho ya que mis manos estaban tatuadas, pero por lo menos disimulaba un poco, y así podía aparentar tener una apariencia pulcra.
Después de salir de casa, subimos al transporte público, y este nos llevó en un tour por la ciudad hasta llegar a Charlottenburg, jamás había visitado esa parte de la ciudad, todas las calles parecían mármol de lo limpias que estaban, plagadas de galerías de arte, boutiques de lujo, y hoteles para gente adinerada.

Me imaginé por un momento una vida así, llena de lujos, sabría que algún día tendría dinero, no lo sé, pero algo me llamaba a aquella vida ostentosa, no solo para mí si no también para Jorge.
Llegamos a una mansión grande, con un jardín delantero, inmenso una piscina se podía ver a lo lejos, exactamente a los pies de la casa.
De la puerta salió una señora rubia, ojos azules, y el cabello corto, vestida de forma muy elegante.

- Tu debes ser Sofía, y tu Alya.

- buenas tardes señora.

Dijimos ambas al unisono.

- Pasen, son bienvenidas.

Al entrar nos sentamos en la sala del recibidor, la señora se sentó frente a nosotras.

- Bueno, me presento mi nombre es simone Kaulitz. Las contacte por recomendación de la señora Carla. Ella me dijo que usted duro tres años trabajando en su casa, pero no pudo continuar por problemas familiares.

- Así es señora, tengo un hijo con una discapacidad que hace poco enfermo, pero está más estable ahora. Está es mi hija Alya, tiene 19 años.

Dice mi madre.

- Buenas tardes señora.
Saludé con amabilidad, y una sonrisa bastante falsa.

- Mujer, eres muy alta. Tienes la misma edad que mis dos hijos. Ellos ahora mismo no están en casa, pero supongo que pronto los conocerán. Aunque creo que los deben conocer, son parte de la industria musical.

La mire con intriga, la verdad aunque me gustará la música, en mi anterior ocupación no tenía el tiempo de concentrarme en bandas juveniles del momento.

- Oh señora, no lo sabía, se puede saber cómo se llaman?

Dice mi madre con curiosidad.

- Tom y Bill.  Hacen parte de Tokio hotel. Hace algunos años me separé de su padre pero mi actual pareja los oriento por el camino de la música, y ahora son reconocidos.

Está tipa presume a sus hijos como si fueran obras de arte. ¿Que le pasa?. Sonreí al escucharla.
Ya me imaginaba al par de hijitos de mami, no me soporto a los mimados.

sumiso corazón  ( Tom - Tokio hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora