capitulo 7

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No pude dormir, desde las tres de la mañana hasta ahora me la pasé dando vueltas en mi cama.

Ví mi reloj junto a mi mesa de noche, eran las 5:30am. Sentía mi garganta arder, y la verdad sabía que me daría un resfriado, pero no me importa quiero ir a ver a Jorge y no puedo faltar a mi trabajo comunitario, apenas lo iniciaba hoy.

Me levanté de la cama como pude, y del armario saque una chaqueta de cuero negra con capucha, y felpudo en su interior, unos vaqueros azules elásticos, un cinturón, una blusa de tirantes blanca, mis botas estilo militar, y mi placa con mi nombre.

Cruce la puerta de mi habitación, cruzando miradas con el imbécil del trenzado, este me iba a decir algo, pero solo atiné a ignorarlo pasándole por el lado. Llendo al garaje por mi motocicleta.
Al llegar me coloque el casco, y metí las llaves en la ranura.
Una sonrisa se me asomó en el rostro al escucharla ronronear.
Apreté el botón del garaje y la puerta se iba abriendo lentamente.

Depronto ví al trenzado entrar por la puerta del garaje que daba hacia el interior de la casa, se me revolvió la panza con tan solo verlo.

Este tenía cara de enojo al ver mi evidente ley del hielo, pero me importa una mierda, después de lo que me hizo, el hijo de puta estará lo más lejos de mi que se pueda, ya bastante con querer arruinar mi día libre, y aunque me siento del culo con este resfrío, no voy a fallar.

Al ver la puerta del garaje abierta me dispuse a salir, dejando el sonido de las llantas en el vacío.

Conduje rápidamente hasta el centro de reciclaje y recolección de basuras. Baje de mi moto, cuando ví que se me acercó un viejo de unos 68 a 73 años.

- Buenos días joven, usted debe ser Alya. — me dijo este en tono serio.

- Si señor.

Me pasó un chaleco naranja con rayas blancas luminiscentes, un tapabocas, y un par de guantes.

- Su servicio comunitario será organizar este monto de desechos, en los contenedores de colores que están allá, cada color es un material diferente, hay objetos de vidrio, latas, papel, cartón, ropa, hasta comida, y cada uno tiene su color, yo la supervisare, y al final de su servicio le daré a la jueza un reporte.

Sin mucho que decir comencé mi labor.

(.....)

Pasaron al rededor de 5 horas, ya eran las 11:00am, me sentía fatal, mi resfriado estaba empeorando, pero yo soy fuerte, se que puedo con esto.
Termine la montaña de desechos, ya estás estaban organizada. El viejo reviso mi trabajo y me dió el permiso de irme.

Entregué mi uniforme, y me dispuse a conducir hasta una farmacia a unas pocas cuadras de la escuela de Jorge, ahí logré comprar unas pastillas para el resfriado, compré una botella de agua y las tome.

Me estacione en frente del colegio de Jorge, y ahí encendí un cigarro, me quedé un buen rato esperando, hasta que ví a todos los niños correr hacia la salida.

Jorge me vio, y rápidamente con su silla de ruedas se apresuró hacia mi, le di un gran abrazo.

- Mi amor, que felicidad verte. — le dije a mi hermanito.

- Alyyyyy! Aquí estás. Te extraño mucho.

- Lo sé cariño, pero vendré a verte siempre que pueda lo juro, porque no vamos y te llevo a comer algo delicioso.

Nos dirigimos hacia un restaurante Italiano pequeño, a unas pocas calles de la escuela de Jorge, elegimos una silla en la terraza del restaurante.
P

sumiso corazón  ( Tom - Tokio hotel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora