[Drabble] Graduación

24 0 0
                                    

Drabble: relato de 100 palabras, aunque hoy en día se considera drabble a cualquiera de menos de 500.
•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

   Decirle adiós a alguien con el que te has encariñado no es fácil, pero despedirse de veinte jóvenes con los que has creado un vínculo inquebrantable durante cuatro largos años es, sin duda, una situación realmente dolorosa. Shōta Aizawa se repetía una y otra vez que no era para tanto, que aquello debía ocurrir, que sus pequeños debían abandonar algún día el nido y que aquel momento había llegado.

   Lo que había sido en un principio la clase 1-A de la U.A., un puñado de críos inexpertos e inmaduros —aunque con mucho potencial, debía reconocer Shōta—, se había convertido en un equipo de héroes profesionales valerosos, eficaces y, sobre todo, grandes personas. El profesor no reconocía a sus pequeños niños de antaño en los adultos que se mostraban frente a él, firmes y recitando sus discursos con una seguridad que, varios años atrás, no habría esperado de casi ninguno de ellos.

   Y él se alegraba profundamente. ¿Cómo no hacerlo? Todos aquellos años de esfuerzo, dedicación, sufrimiento y muchas batallas libradas al final resultaron dar sus frutos. Y pensar que se había planteado expulsar a más de uno al inicio del primer año... Ahora agradecía profundamente no haberlo hecho.

   No obstante, aunque estaba muy orgulloso de los nuevos héroes, sentía que una parte de él se rompía en pedazos al saber que ya no seguirían siendo sus alumnos. No pudo evitar derramar algunas lágrimas, lo que atrajo las miradas curiosas de sus compañeros de trabajo: no era para nada común ver al mismísimo Eraserhead tan sentimental, pero en el fondo lo entendían; era un momento especialmente importante para él.

   Minutos después de finalizar la ceremonia, Shōta se levantó para ir al servicio y tratar de recobrar la compostura, pero alguien lo llamó en mitad del pasillo.

   —¡Aizawa-sensei!

   El mencionado se giró e inmediatamente ahogó una exclamación de asombro: todos sus estudiantes, tan bien vestidos como iban, sostenían entre todos una gran cesta de regalo rebosante de frutas, sake y flores decorativas.

   —Gracias por haber sido nuestro profesor. ¡Nunca lo olvidaremos! —declaró Kirishima, emocionado.

   El hombre se había quedado boquiabierto, parado en el sitio, sin saber que decir. Entonces, sintió unos finos brazos abrazándolo con cariño: era Tsuyu. Uno a uno, el resto de alumnos se fueron uniendo al abrazo hasta quedar todos apretujados los unos contra los otros. Shōta volvió a llorar, pero esta vez de pura alegría.

   —Gracias a vosotros, chicos: habéis sido los mejores alumnos que podría desear.

405 palabras.

Shōta Aizawa StuffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora