Él.

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Transcurre dos semanas desde el incidente, cada día se unen más a ese inquilino. Él cada vez comienza a tomarles más confianza como cariño.

Todos los días se encarga de limpiar su hogar, mientras el trabaja por las tardes. Una vez llegan los niños de la escuela, el se ve a trabajar y confía en su inquilino.

—Bienvenido a casa, donghae.

Eunhyuk lo recibe como todos los días, vistiendo un mandil y con una sonrisa. Ha tomado como rutina el usar uno mientras limpia el hogar y recibirlo a él o los niños.

—Gracias hyuk.

Lo saluda con un beso en la mejilla, ha tomado aquello como una costumbre con el hombre frente a él. Se siente bien, se siente correcto. Tanto que no lo siente como traición a su Eunhyuk.

—Los niños ya están durmiendo, te calentaré la cena.—Y una vez más le demostraba que este no era su Eunhyuk. Su Eunhyuk jamás se hubiese molestado en si quiera darle un vaso de agua.

—Gracias cariño.

2

Y el tiempo pasa volando, dos semanas se convierte en un mes, un mes en dos, dos en medio años y finalmente ocho meses han pasado.

Ha decidido ignorar que este no es su hyuk, y acobijarlo como si lo fuera.

Este inquilino, o ahora su esposo, se ha recuperado. Ya no es el hombre esquelético que encontró en la comisaría, las ojeras se han ido de su atractivo rostro y sus labios eran tan rojos como recordaba que lo fuera de Eunhyuk.

Es tan idéntico físicamente a él, que muchas veces piensa que lo que sucedió un año antes había sido una pesadilla. Eran tan opuestos, Eunhyuk era alcohólico y violento, mientras que su inquilino era hogareño y amoroso, Eunhyuk era un bruto y mujeriego, su inquilino leal y comprensivo. Sin duda eran tan diferentes, que era difícil no notarlo.

—¿Que pasa Hae? ¿Por qué me miras tanto?.—acaricia su cabeza.—¿Tanto te gustó?.—su inquilino sonríe idéntico a Eunhyuk, con la misma sonrisa de encías.—Puedes besarme si lo deseas, no me molestaré.

Ignora su comentario para seguir mirándolo. Ya no era el hombre asustadizo por todo, que se disculpaba por más mínimo error o que miraba su alrededor con verdadero pánico y desconcierto. Ahora era un hombre promedio más, con piel blanca sana y no pálida y gris como lo era en aquel entonces, sus manos ya no eran resecas y heridas, ahora eran suaves y tersas, diferentes a Eunhyuk.

—¿Puedo hacerte una pregunta Lee donghae?.—le sorprende ser llamado por su nombre completo.

Hace meses que dejó de hacerlo.

—¿Por qué me ayudas cuando sabes que no soy él?.

Suelta la bomba que los atormentaba desde que llegó.

—No se de que hablas, cariño.—intenta huir a la cocina, pero es detenido por la cálida mano de su marido.

—Lo sabes muy bien.

Eunhyuk es severo en su pregunta y lo observa con atención, en espera de su respuesta.

—Tal vez por qué no eres él.—susurra.

—¿Que quieres decir?.

Suspira, temía responde su pregunta. Pues sería el inició de la caja de Pandora que eran ambos. Él por su historia con su desaparecido esposo, y su inquilino por quién era en realidad.

—Eunhyuk no era quien aparentaba ser.—suspira.—Era alcohólico, violento, bruto y muy agresivo. Siempre aparentaba ser el esposo ideal frente a nuestras amistades, cuando en realidad era un monstruo que muchas veces me lastimó y engaño con cada humano se le pusiera enfrente.

Su inquilino traga en secó.

—Un día antes de su desaparición, llegó muy ebrio, tanto que perdió su raciocinio y me golpeó, pero no conforme con ello, intento abusar físicamente de mi amada Yuqi.

El nombre de su adorada niña acompañado de abuso sexual, le quemó la lengua.

—Él... Él y yo discutimos y me golpeó, era una suerte que nos encontramos de vacaciones en casa de mis padres o nadie me hubiera ayudado.—su voz se quiebra.—Mi hermano tuvo que defenderme de la bestia que tenía por marido o me hubiera matado a golpes.

Su inquilino coloco su mano sobre su rodilla, en un intento de apoyó.

—Lo corrió de mi hogar, pero al día siguiente regreso y me pidió que fuéramos al mar a hablar sobre nosotros. Estaba decidido a divorciarme de él y terminar el infierno que tenía por vida.

—Hae...

—Pero cuando mencioné el divorcio, él explotó y se puso agresivo. Temí por mi vida, lo juro, no fue intencional.

El hombre frente a él, el que fingía ser su marido, lo observa con completa sorpresa por el giro.

El hombre frente a él que tenía la misma cara de Eunhyuk. Pero que no era él, lo abrazó.

—No fue tu culpa.

—¡Quiso abusar de mi hija!.

—¡Es un desgraciado!.

Tarda un segundo en recomponerse y seguir con su historia.

—Regrese a cada en shock y cubierto de mi propia sangre. Mi familia no podía creer que mi marido había huido después de intentar matarme y yo, yo desde entonces lo buscó.

Su inquilino no parece comprender el trasfondo de lo que intenta decir.

—Ya veo.

El pelinegro lo abraza y es como terminan durmiendo en sus brazos. Cómodo y seguro de que su marido cuidaría de él.

Su amado hyuk.

EL USURPADOR | EUNHAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora