AMAME

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RETO

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La respiración de el era agitada, podía sentir su peso sobre mi cuerpo y como este tomaba velocidad en cada segundo

-ahg- dejo salir un suspiro para después dejarse caer sobre mi de manera completa - volviste a hacer ruido- me susurro en mi oído

-Lo siento,  es que no pude evitarlo- le dije sonrojada, nuestros cuerpos desnudos en aquella habitación de hotel

-la próxima vez evítalo si no lo sientes- y con eso el se levanto y se fue directo al baño, dejándome ahí sola

Héctor, un muchacho muy apuesto, el sueño de todas las mujeres e inclusive hombres había puesto sus ojos en mi ¿la razon?, bueno cabe la posibilidad que haya entrado al baño de hombres por urgencia y accidentalmente lo haya descubierto masturbandose con la foto de una chica. Al notar mi presencia me amenazo con hacer que me expulsara, claro que le rogué que no dijera nada que había sido un accidente y que haría todo lo que el me pidiese para compensar el comportamiento que había tenido. Fue en este punto donde todo inicio siendo el mi primera vez en todo mi primer beso, mi primer faje y mi primera vez en lo sexual. Poco a poco me enamoraba de el como una loca, hubo ocasiones en que le reclamaba que estuviera con otras mujeres dejándome en el olvido pero el solo me ignoro siguiendo en lo suyo. De esto han pasado mas de 3 años y la verdad es que estoy cansada, después de la preparatoria me había decidido conquistarlo pero con todos mis esfuerzos no he conseguido mas que miradas frías y desprecio

-Bueno, ya la habitación esta pagada, vete cuando quieras- dijo mientras se dirigía a la puerta

-esta... esta fue la ultima vez- dije casi en un susurro pero el escucho con perfección

-¿Que dijiste?- nuestras miradas se conectaron pero yo la evadí por el miedo y nerviosismo que estaba experimentando

-lo que escuchaste, ya no quiero ser tu compañera de sexo, yo te he declarado de varias formas mi amor y nunca me has correspondido- mis lagrimas comenzaron a caer, -no quiero seguir viviendo así, no puedo- me lleve mis manos a la cara esperando que el lo aceptara y se fuera

-eso es todo?- se quebro mi corazon al escuchar esas palabras ¿acaso no le interesaba en lo mas minimo despues de tantos años que estuvimos juntos?

-VETE AL DIABLO... ENCONTRARE A UN BUEN HOMBRE, ME ENAMORAR DE EL Y AL FIN PODRE OLVIDARTE- 

El incrédulo cerro la puerta y se acerco a mi tomandome de las muñecas

-DEJAME- comencé a forcejear -NO ME TOQUES-

Héctor me beso, pero este beso era diferente a los demás que me había dando en los últimos años

-escucha, tu no seras capaz de enamorarte de nadie mas que de mi- se subio encima de mi comenzando a tocar mi parte intima para estimularla -quiero escucharte- y con eso comenzó a lamer mis pezones

-espe.. ah- no podia, no queria que siguiera, si dejaba que me sometiera justo ahora nunca podría escapar de el, nunca podria dejar de estar enamorada de el

Héctor comenzó a jugar con todo mi cuerpo, con mis manos al fin libres trate de tapar mi boca para evitar que salieran aquellos ruidos vergonzosos

-Oh claro que no- tomo mis manos y las llevo encima de mi cabeza dejándome expuesta -quiero que ruegues por mas- 

Comenzó a penetrarme tan profundo que mi cuerpo solo podía estremecerse, Hector libero mis manos y tomo mis caderas para empezar nuevamente las embestidas, mis gritos y gemidos inundaron todo el lugar, queria mas, solo quería que el me diera todo de si, quería sentirme conectada con el formar parte de el y que el fuera parte de mi

-ma- ah- me embistió con mayor velocidad hasta que ambos terminamos

Estuvimos recostados un rato, lo raro de esta situación es que el seguia abrazandome sin ninguna intención de soltarme, la calidez de su cuerpo me hizo entrar en un sueño profundo.

Al dia siguiente desperte pero el ya no estaba a mi lado, lo sabia solo seré su juguete, no podre escapar de el. comencé a llorar pero justo Héctor abrió la puerta y se dirigió a mi con un plato de comida

-¿Que sucede?- yo solo atine a seguir llorando -Tranquila- me dijo mientras acariciaba mi cabeza -debemos hablar sobre nuestra relaciòn-

-¿Relación?- dije para sorber mi nariz 

30 DÍAS PARA ESCRIBIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora