KyungSoo
Para empezar que mal inicio de semana, mi primera clase es exactamente a las 7:00 a.m. y adivinen qué... ¡Me levante justo a las 6:36!
No sirvió de nada poner mi alarma a las malditas 5:00, 5:20, 5:40 o 6:00 de la mañana, porque solo pude reaccionar a la de las malditas 6:30 y con seis minutos después porque me engañé a mi mismo pensando que era la de las 5:00 y tenia tiempo de sobra.
Tomo una ducha de 2 minutos y gracias a Dios soy un paranoico y preparé mi ropa la noche anterior, un suéter holgado color lavanda y un pantalón de vestir negro. Tengo el cabello mojado y no me detengo a secármelo, me cepillo lo mejor que puedo y me lavo los dientes.
Salgo de la habitación y reviso la hora en mi teléfono, 6:48.
Me apresuro a tomar mis llaves y quitando la alarma del coche, recuerdo que olvidé mi bolso, PUTA MIERDA. Regreso a mi departamento y me doy cuenta de que también dejé la casa abierta, ni siquiera tengo tiempo de reírme de mi mismo, así que busco mi bolso y me lo cuelgo.
Ahora si, a correr para no llegar tarde.
Pues si.Llegué tarde. Deslizo la puerta muy lentamente esperando que el profesor Kang no estuviera detrás y pasar desapercibido, pero tuve demasiada fe.
-Buenos días señorito Do. - Dice el profesor.
Eso provoca que todo el mundo se de la vuelta y me mire, genial. Júzguenme perras.
-Buenos días, lo siento mucho. No volverá a pasar. - No me gusta rogar, pero admito que es una falta de respeto llegar tarde.
-Lo dudo, siéntate. - Vuelve a escribir en la pizarra y algunos de mis compañeros se ríen, también lo haría, si no se tratara de mi.
Busco entre los asientos hasta que encuentro uno vacío, solo que al mismo tiempo también lo veo a él. Un hombre que me mira con burla. No hace falta mirarlo dos veces para darme cuenta, lo siento hasta en mis huesos. PELIGRO. Rápidamente desvío la mirada y pongo mi mejor cara de "no me interesas".
Camino hacia el asiento ya que es el único disponible, deslizo la silla hacia atrás y siento su mirada penetrante, trato de escuchar las palabras del profesor Kang pero luego escucho un crujido que estoy seguro viene de su chaqueta de cuero, el sonido de una silla arrastrándose y una risa baja burlona.
-Eres una belleza increíble, ¿eh?
Voz grave, sexi. Mierda. Finjo demencia y lo siento inclinarse hasta quedar al mismo nivel que mi oreja. No hago nada para demostrarle que no me provoca en lo más mínimo. Aunque sea mentira.
-Hey, te hablo a ti ángel. - Sentí el susurro cálido en mi oreja, me aguante las ganas de estremecerme. Solo que lo que no pude ignorar fue el descaro con el que me hablaba.
¿Ángel?, que mierda. No, gracias. Puedo darle el visto bueno, hombros anchos, piernas largas, rostro atractivo, pero jamás soy fácil. Ni siquiera por un hombre así.
-Cierra la boca y no molestes, intento concentrarme.
Giro la cabeza para hacer contacto visual con ese hombre, de esa forma sabrá que hablo enserio. Solo que me doy cuenta de que es un error, cuando me encuentro con unos ojos negros preciosos y una boca llena.
NO. NO CAIGAS.
Me gustaría aprovechar mejor mi tiempo, estoy aquí para estudiar, no para ligar chicos y mucho menos con uno que parece que destrozaría mi vida solo para satisfacerse a si mismo.
JongIn
Ojos avellanas claros, bendita belleza hecha carne. No hay absolutamente nada que no me encante de esta cosita llena de carácter. LO QUIERO.
Si me dijeran, Kim JongIn el día de hoy vas a conocer a DIOS, diría: ¡Vete a la mierda!
Pero, surprise, lo tengo justo enfrente. Cabello negro, ojos grandes de un avellana alucinante y unos labios maravillosos, ya quiero verlos alrededor de mi polla. Montándome con ese gran culo, y viendo su pecho...
-Apuesto que son rosas.
Olvido que estaba hablando en mi mente y se me escapa. No parece avergonzado, pero si furioso y eso me prende mucho más. Aprieta sus ojos y logro que me mire, con esos ojos hermosos.
-¿Cuál es tu problema?, te dije que cerraras la boca bastardo.
Puedes maldecir pequeña mierda caliente. Levanto lo brazos en señal de rendición y acomodo mi silla para pretender que el pendejo de Kang dice algo interesante.
-Como quieras, te dejaré en paz durante la clase.
Y espero pacientemente la hora del almuerzo, disfrutando de la vista que le doy a sus pequeñas manos e imaginando como se sentirán cuando me acaricien.
10:30 a.m. Hora del almuerzo.
Tan pronto como timbra, veo como sus manos se apresuran a guardar sus cosas y antes de que su silla se mueva hacía atrás para poder escapar la atrapo en mi mano y lo mantengo justo ahí, mientras que todo el mundo sale.
-Entonces...- Me relamo los labios y escucho su respiración lenta y pesada.
-Ahórrate la mierda.- Silbo un poco sorprendido de su ataque de furia.
-Nombre. - Ordeno un poco ansioso de escucharlo.
-Do KyungSoo.
Un nombre perfecto para un ángel cachondo.
-Bello, ¿no vas a preguntarme el mío?
-De todas formas lo sabré, ¿no?- Levanta la ceja y es malditamente sexi como el infierno.
-Kim JongIn.
-Bien, ¿puedo irme?
Se sujeta de la mesa para intentar empujar su silla pero lo mantengo en el mismo lugar, no es tan fuerte. Sería fácil dominarlo, inclinarlo, bajarle esos malditos pantalones negros y probar que tan dulce es ese culo. Primero lo haría lento para que sienta mi polla hasta adentro y luego fuerte y rápido para demostrarle quien manda.
-No. - Mi voz sale un poco más grave de lo habitual y mi polla comienza a levantarse.
-Ya nos presentamos, ¿qué más quieres?
-Quiero follarte, ahora. - Lo escucho jadear y me encanta.
Parece sorprendido, yo también lo estoy nunca había querido follar a alguien tanto.
-Estas loco, por supuesto que no.
-Pasará.
-Claro que no, no te dejaré.
-No podrás evitarlo dulzura, voy a hacer que pase. Vas a rogar tan duro por mi polla que vas a perder tu maldita mente, eso tenlo por seguro.
-¿Me estás amenazando pedazo de imbécil?
-No, te estoy advirtiendo ángel. Algún día vas a caer y yo voy a aprovecharme de eso.
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Advertencias (KAISOO)
CasualeDo KyungSoo: Belleza angelical, aparentemente dócil y débil, pero de carácter feroz cuando se siente amenazado. Considera que Kim JongIn es un peligro que prefiere evitar, porque aunque sea capaz de morderlo, ese hombre podría comérselo entero. Kim...