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Hoy sería el día, hoy se tomaría la foto y vería por más de 5 minutos a Rodrigo.
No sabía lo que hacía, se sentía un tonto idiota. Haría lo que estuvo evitando por meses solo por ese castaño.
Sentía que se veía horrible, todo el se veía horripilante. Desde sus cejas hasta sus labios, ni siquiera hablar de lo fea que estaba su nariz. Su ropa era ridícula, una camisa medio suelta color negro con un suéter tejido del mismo color con franjas blancas y un pantalón amplio negro. ¿Quién se vestía así actualmente? Parecía un anciano seguramente y ojalá nadie volteara a ver su cabello, todo desordenado por más que lo haya peinado durante más de 15 minutos.
Pero bueno, no podría hacer nada, ya iba tarde y si quería que Rodrigo lo atendiera tendría que llegar antes de que acabase su turno.
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Por supuesto tendría que quejarse camino a la biblioteca con su amigo por más que fuera tarde, por su culpa era también que iba tarde.
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Y justo después de responder al twit de su mejor amigo, el alto azabache entró por la puerta de la biblioteca aunque lastimosamente, Rodrigo no pudo verlo.
-Mira quién se digna a aparecer, desde que habla con su noviecito Rodrigo ya ni me saluda. -bromeó la adulta.
-Hola almita, eeh...
-Sí está Rodri.
-¡Noo! No es eso, ¡O sea sí! Pero también que, ah, eh, bueno... Vengo a sacarme la foto para la credencial.
Alma abrió sus ojos, esto parecía un sueño. Estuvo insistiendo casi 6 meses para que se tomara la foto, casi 6 meses haciéndole favores para que de un día a otro quisiera tomarse la foto. Raro.
Debía investigar más sobre esto.
Le dió el boleta necesaria para entrar en esa área y siguió conectando hilos en su mente para encontrar el origen de las ganas de Iván por tomarse la foto.
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-¡Otra vez tú jovencito! Ya te dije que no puedes venir aquí sin un boleto, deja de venir a molestar que todos aquí estamos ocupados.
-¡No, no. Señora Claudia, traigo mi boleto, vine a..! -El ojiverde se cruzó por su mirada. -ver a Rodri- ¡Digo! A tomarme la foto de mi credencial.
La señora Claudia lo examinó y demandó su boleto.
Por fin estaba adentro.
-Pues ve ahí con el niñito de cabello café, él le sabe más a las computadoras y esas cosas. ¡Rodricito!
-¿Sip? Ah, Holis, Iv. -Iván le devolvió el saludo con la mano.
-Este muchachito quiere sacarse la foto, hazlo por favor en lo que yo tomo los datos de las otras personas.
-Oki. Ven, Iván. -Iván por supuesto lo siguió. -Si te sientas ahí podré tomarte la foto, en realidad es muy rápido si no te mueves y si la foto dale bien a la primera.
Aunque tú todo el tiempo te ves bien.
Iván siguió sus instrucciones y maldijo a las reglas por no poder usar gorra en este momento, su cabello no lograba acomodarse y Rodrigo no podía estar más complacido con la vista que tenía de Iván acomodándose el cabello.
Alma veía a esos tomates desde afuera, ahora entendía todo.
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Jj, mis tomates favoritos. Iván cayó primero pero Rodrigo cayó más fuerte.
