Aunque la azabache deseaba que alguien llegara que le diría, tenía a la niña de papi hipotéticamente encima, si abrían la puerta terminaría en el suelo, y tal vez en una situación bastante comprometida.
De un momento siente que la rubia sigue besando su cuello y en un momento siente que le muerde el cuello, dejando pequeñas mordidas, Marinette sentía que su cara ardía de formas que jamás sintió con nadie
Su respiración se empezó a acelerar cuando sintio una mano fría dentro de su pantalón y la otra dentro de su blusa.
Pudo sentir como una mano acariciaba sus pechos sobre el brasier y la otra mano se metía dentro de su braga, pudo sentir como la rubia mordió el lóbulo de su oreja.
Sacandole un gemido, pero los gemidos se hacen más notorios cuando la rubia acaricia sus pechos y con la otra mano masturba su clitoris
- tan mojada tan rápido- susurro la rubia con una sonrisa burlona
- profavor...Chloé...para - dijo con la voz temblorosa
- no te mientas panadera, sabes que no quieres eso - dijo con la voz ronca
Marinette quería insultarla pero era cierto su cuerpo quería aunque su mente le diga que amaba al rubio
Chloé metió un dedo dentro de la azabache, cuando vio que estaba muy lubricada, con su otra mano la metió dentro del brasier, y la empezó a tocar despacio.
Las piernas de la azabache temblaban sin dudarlo, la sensación era tan satisfactoria, nunca pensó que realmente se sintiera tan bien
- Marinette te gusta lo que te hago - dijo Chloé
- no...- dijo como pudo
No noto la sonrisa de la rubia, Marinette termino con la cabeza de un lado bien pegada a la puerta y las piernas con la cadera más levantada, dejando más acceso para la rubia quien sin dudarlo empezó a meter y sacar el dedo con rapidez, el cuerpo de la misma azabache temblaba demasiado, la sensación era tan satisfactoria
Marinette no quería aceptar que le gustaba demasiado esto y menos con la psicópata de la rubia
La rubia empezó a mover más rápido el dedo y podía sentir como el interior de la azabache se contraia, pero le gustaba y molestaba que evitaba a cualquier costa aceptar que le gustaba
En poco tiempo logró que esta se corriera
La azabache se mordió tan fuerte el labio que se lo rompió, por no querer gritar el nombre de la rubia.
Chloé se molesto, como se atrevía a contenerse y no aceptar que le fascinaba lo que le hacía
Así que sin dejarla descansar metió otro dedo y lo movia rápido, pudo quitarle pequeños gemidos, eso le lleno de satisfacción y sin pensarlo dos veces la beso sentía el sabor a metal de los labios de la más baja
Los movimientos erráticos de la rubia lograban descquisiar a la azabache, que sin avisar le metió un tercer dedo
Y los gemidos de la azabache eran tan fuertes contra los labios de la rubia, en poco tiempo se volvió a correr.
Chloé saco la mano del interior de la azabache y saco la otra mano también.
Se alejo de esta, Marinette se tambalea roja como un tomate, Chloé saco la llave y abrió la puerta del salón para luego irse de allí, fue hasta el baño y se lavo las manos, para luego ir al salón donde estaba algunos listos para irse, agarro su bolso dispuesta a irse pero fue interceptada por la mejor amiga de la azabache
- donde esta Marinette- dijo mirándola con seriedad, nunca confiaría en ella
- la panadera ya vuelve me largo, reportera de cuarta, adiós- la rodea y se va.
Cuando esta bajando las escaleras siente como sus mejillas ardían, no podía creer su arrebató, y ahora que va a hacer, cuando llego a la limusina se sentó en el asiento, cuando llegara al hotel se bañaria podía sentir lo húmeda que ella misma estaba, no sabía que haría ahora, quería tenerla desnuda en su cama, la rubia sentía como el calor corporal le aumentaba, se maldijo y maldijo lo sensual que era la azabache.
A si que cuando llego no saludo a nadie y se fue a bañar lo más rápido que pudo, su mayordomo estaba confundido pero lo dejo pasar