Nayaradas

Tkm Arayan

Una tarde cualquiera,  encontré aquella vieja agenda.  

La abrí y en un par de segundos me trasladé mentalmente a aquel momento en que volví a verle. 

Mientras acariciaba aquellas letras rojas, frases hermosas.   Las que siempre quise escuchar de su boca .

" Te Amo Arayan. Fuiste, eres y serás el amor de mi vida - dijo él  sabiendo que era tarde .

Porque era demasiado tarde.  Nuestras vidas, nuestros mundos eran completamente diferentes.

A pesar de todo , el corazón es traicionero y no atiende a razones por ello ambos compartimos esta maldición. La que siempre supimos aunque no queríamos ver .

Hasta que  se hizo evidente,  nos vimos y nos dimos cuenta de que a pesar del tiempo, la distancia y la vida que nos atrapa a cada uno.  A pesar de eso, aquellos niños  que vivían dormidos dentro de cada uno de nosotros , se amaban.

Nunca habían dejado de hacerlo de hecho .

A pesar de las mentiras y el dolor , a pesar de lo malo que fue mucho ....

Aún así aquellos niños que vivían encerrados en lo más profundo de nuestro ser se amaban .  

Se querían con aquella locura infantil que muere con la madurez y el tiempo , pero que a veces prevalece escondida en el fondo de nuestra alma y se deja entrever al percibir a su otra mitad.

Nos vimos y el mundo se paró en aquel instante , nos miramos con aquel nudo persistente en la garganta . Aquel que no te deja respirar porque es imposible hacerlo.

Y aun sabiendo que no estaba bien por muchos motivos que no era necesario mencionar , nos despedimos con un beso . Nos despedimos nada mas vernos o quizás aquello fue un saludo ... no puedo saberlo con certeza porque entre nosotros solo puede existir un adiós .

 Nos dimos un leve beso que dio paso a dos más y a un largo abrazo sin palabras .

No eran necesarias, nunca lo son cuando hablan los ojos, la piel y los besos .

Nos apartamos sin decir más , con alguna lagrima perdida que era imposible no derramar.

Le miré y le confirme lo que él ya sabía.

Siempre te querré - dije aun alejándome de sus brazos . El cerró los ojos aliviado imagino que de saber que era correspondido en amor y sufrimiento .

Después sonrió y subió de nuevo a su coche, le vi marchar mientras parte de mi corazón se iba con el .

Desgarrando nuevamente mi alma pero de una forma mas leve, porque esta nunca se recuperó del primer golpe.

En mi mano seguía su agenda con aquellas cartas tan lejanas en tiempo , las guardé , las escondí.

Y nunca mas volví a leerlas , no era necesario mi mente las tenía grabadas, de hecho el único motivo por el que las guardé fue porque su letra estaba allí atrapada .

El tiempo paso y no volví a verle pero era mejor así, la vida era calmada y tranquila de esa forma.

Seguí viviendo feliz , sabiendo que el vivía de la misma forma e intenté enterrar en mi mente aquel encuentro . 

Deseando que jamás volviese a suceder.