somebody to love ♡ hyunin

07

Jeongin olió la fresca fragancia de lavanda que estaba dentro de un frasco color verde esmeralda en la mesa de roble de la esquina. Recorrió con las puntas de sus dedos la suave tela de las sábanas de la cama de Hyunjin, sentándose nerviosamente, mirando alrededor. La habitación tenía una pared completa que funcionaba como estante, la cual estaba llena de discos.

Jeongin miró a Hyunjin, quien aún tenía puestos sus pantalones y su camisa café con las mangas enrolladas hasta los codos, su cabello partido a la mitad, como siempre. Estaba hurgando entre los discos para poner el correcto, mientras Jeongin solo permanecía ahí, tenso.

Algo no se sentía bien.

Sus piernas estaban presionadas juntas, mientras veía a Hyunjin reproducir Love me Forever de Jodie Sands y tomar un cigarrillo para encenderlo y llevarlo a su boca, mirándolo de vuelta.

—Te ves asustado, mi amor —Hyunjin dijo suavemente y Jeongin dejó salir una risa nerviosa, mirando hacia la manta tejida sobre la que estaba sentado.

—Y-yo solo —respondió tragando, mirando al mayor, quién caminaba para acercarse a él—. ¿Q-qué estamos haciendo?

—¿Vas a cuestionar tus principios en un momento como éste? —Hyunjin preguntó, tomando la barbilla de Jeongin para encararlo.

—Tenemos esposas —Jeongin dijo y Hyunjin gruñó, acercándose hasta que no hubo espacio entre ellos—. Estamos casados, Hyunjin. Lia confía en mí y...

Hyunjin tomó las piernas de Jeongin, acomodándolas hasta que estuvo recostado en la cama y sus muslos estuvieron rodeando su cintura. Bajó su mirada para poder verlo, sin dejar de fumar su cigarrillo.

Jeongin tragó saliva.

—N-no es justo que nosotros traicionemos esa confianza participando en este tipo de actos ilegales —comenzó a decir, mirando a Hyunjin quien parecía indiferente, inclusive divertido—. ¿No te preocupa ni siquiera un poco? ¿Acaso no amas a Ryujin? Lia me dijo que se escaparon juntos y-y — Jeongin balbuceó, llevando sus manos hacia su cuello.

—Por supuesto que amo a Ryujin —replicó el mayor y Jeongin tragó—. Pero se vuelve un poco tedioso, Jeongin, estar constantemente atendiendo todas mis responsabilidades, mi casa, mi trabajo, mi esposa, mis- mis principios. Solo quiero un pequeño escape a todo eso.

—¿P-pero p-por qué conmigo? ¿Por qué no con una chica joven, quizá alguien que no fuera—cuestionó, tragando duro—. Alguien que no fuera un hombre.

Hyunjin se rio.

—Estoy consciente —dijo bajando a besar el cuello Jeongin, haciéndolo temblar—. Estoy consciente de nuestras acciones, de lo fácil que sería para mi cortejar a una mujer—Hyunjin se detuvo, para mirar fijamente los ojos castaños de Jeongin; lo misteriosos y divinos que estos eran—. Sin embargo, hay algo sobre ti, un hombre, que hace más fuerte mis deseos hacia los hombres —finalizó, llevando sus manos a las caderas del chico—. Me llamaste la atención, Jeongin —Hyunjin dijo ante la falta de respuesta del chico—. Tu mente quizá siga alarmada, pero tienes que entender que esto es natural. Desde hace muchos años, los hombres han amado a otros hombres, mujeres han amado a otras mujeres, me rehúso a luchar ante aquello que es natural, cariño.

—Pero n-no es natural, Hyunjin —replicó el menor, con sus ojos abiertos en miedo—. ¡Sabes lo que dicen! Es como una enfermedad, es como una enfermedad ment-

—Cree lo que tú quieras, Jeongin. Si tu mente sigue en contra de esto, entonces no te voy a forzar a estar de acuerdo conmigo y mis principios, eso simplemente no me corresponde. —Hyunjin dijo, sentándose. Jeongin se sentó también, agarrándolo por la camisa.