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-¡Hazlo, Piccolo!
En este momento se está llevando a cabo la pelea final que decidirá el destino de la tierra.
En el campo de batalla se encontraba un sujeto el cual estaba sosteniendo a otro por la espalda con todas sus fuerzas para que este no pudiera liberarse.
Son Goku. Un saiyajin que fue mandado desde bebé a la tierra para conquistarla. Pero lo que no pensaron los saiyajin que lo mandaron pata conquistarla es que Goku en vez de conquistarla decidió protegerla.
El sujeto al que Goku estaba sosteniendo era otro saiyajin el cual decía que era su hermano mayor. Él había venido a la tierra para poder reclutar a su hermano, pero al ver que este se negó a formar parte del ejército no tuvo más que otra que hacerlo a la fuerza.
Tuvo el plan de secuestrar al hijo de Goku para así poder chantajearlo de la siguiente manera; le pidió que al atardecer le llevara cien cuerpos humanos y así le devolvería a su hijo.
Goku obviamente negó hacer tal barbaridad y eso llevó a ambos a una pelea junto a otro ser que llevaba el nombre de "Piccolo".
Y lo contado previamente nos vuelve a llevar a la situación del comienzo.
En estos momentos Goku estaba haciendo su mayor esfuerzo para mantener sujetado a su hermano para que este no pudiera liberarse.
-¡Espera! ¡Me rindo! ¡Me haré bueno, pero por favor no lo hagas! - Esas fueron las palabras del saiyajin de forma desesperada al ver cómo el sujeto verde estaba preparado para lanzar un ataque mortal.
-¡MAKANKOSAPPO!
Un rayo mortal salió de los dedos de Piccolo el cual a toda velocidad se dirigía hacia Goku y su hermano.
El ataque llegó a su posición y atravesó el pecho del saiyajin junto al de Goku el cual como estaba sujetando al saiyajin por atrás también estaba destinado en recibir el ataque.
Después de haber recibido de lleno el ataque ambos hermanos cayeron al suelo con un gran agujero en sus pechos donde mucha sangre salía de estos.
-¡M-Maldición!
Goku iba riendo mientras ambos caían al suelo.
El saiyajin había caído boca abajo y Goku boca arriba después de haber recibido el ataque de Piccolo.
Piccolo quien miraba con cansancio se había alejado un poco para recuperar fuerzas mientras una ventisca azotaba el área del lugar.
Después de unos momentos a la lejanía se iba acercando lo que parecía ser un helicóptero de muy avanzada tecnología.
Unos minutos bastaron para que el helicóptero llegase al lugar y tan rápido que tocó el suelo de la puerta salió a toda velocidad una persona de estatura baja y con calvicie.