Chapter 4

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La confesión de Ryan había dejado a todos completamente sorprendidos, pero lo que más les había sorprendido fueron las palabras de Oliver.

— ¡Perdiste todo el derecho de llamarte mi hermano mayor el día en que te largaste y me dejaste solo! 

— Fue por nuestro bien.

— ¿Llamas nuestro bien a dejarme solo con nuestros padres? Solo me dejaste con ellos porque iba a ser un estorbo para ti ¿No es así? ¡Siempre fuiste un maldito egoísta y nunca dejarás de serlo!

La voz del menor se había quebrado, algunas lágrimas corrieron por sus mejillas, las limpió rápidamente y salió de la habitación furioso.

Detrás de él iba Juniper, no podía dejar ir solo a su gamma, no iba a permitir que le pasara algo o no se lo perdonaría nunca.

Inverno también se había molestado con el alfa, era demasiado estúpido para soltar ese tipo de cosas en una situación así, le soltó una fuerte cachetada que lo hizo recapacitar.

Ryan se había dado cuenta de la idiotez que acababa de cometer y fue tras su hermano y el delta, necesitaba aclarar las cosas con ellos.

Mientras esto ocurría, Louis volvió a acomodar a la dosis normal los analgésicos que se le administraban al rubio.

Juniper iba detrás de Oliver, hasta que una enfermera lo interceptó para darle informes del estado de Khione, al ser la persona que regularmente lo acompañaba a las consultas, las enfermeras ya lo conocían.

Ryan aprovechó la situación para ir con el gamma a pedirle disculpas, sin embargo, cuando salió, Oliver ya no estaba.

Ryan volvió al interior del edificio, no sabía a donde podría haber ido su hermano menor, pero luego llamaría a su casa para hablarle.

Cuando Juniper salió a buscarlo, no lo encontró, inclusive se dio una vuelta por los alrededores y no estaba, intentó llamarlo pero este tenía el teléfono apagado.

Gracias a la marca, el delta podía sentir todo el rencor y sufrimiento que tenía el menor hacia Ryan.

Dio un largo suspiro y siguió buscando por todos lados, quería encontrar a su gamma, no quería que le ocurriera nada malo y ni siquiera podría protegerlo.

Varios metros lejos del hospital estaba Oliver, paseándose entre tiendas de ropa, la mayoría de veces eso lo ayudaba a calmarse.

Frente a una tienda que tenía muchas ganas de visitar, había una chica, curiosamente se le hacía muy familiar, pero no recordaba de dónde.

La pobre chica se veía perdida, como si estuviera buscando algún lugar.

Como nadie parecía darse cuenta, se acercó a ella para tratar de ayudarla.

— ¿Estas buscando algo? — preguntó una vez que estuvo a su lado.

Mirando de más de cerca a la joven, le parecía cada vez más, pero no entendía porque.

— Oh, si, estaba buscando una dirección, pero me perdí 

La chica le sonrió un poco avergonzada, extendió el papel en el que tenía anotada la dirección y esperó a tener una respuesta del contrario.

Oliver leyó la dirección, le pareció extraño que era la misma que la de la casa de Juniper, no comprendía, pero aun así quiso ser amable y ayudarla.

— Conozco esta dirección, puedo llevarte si quieres.

— ¿De verdad harías eso por mí?

El rubio asintió, su visita a la tienda que quería tendría que esperar.

Whistles And BlowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora