Todo el camino fue casi silencioso, de no ser porque los dos mayores se iban gruñendo constantemente, haciendo que Khione estuviera a nada de soltarles una cachetada por lo molestos e infantiles que se veían gruñéndose mutuamente.
Sorprendentemente, los tres llegaron enteros al local de barbacoa que frecuentaban cada que se emborrachaban o cada que podían por sus múltiples ocupaciones, en dicho lugar ya se encontraban sus otros tres amigos y el invitado de Dylan, Ryan.
Juniper recordaba vagamente lo que había ocurrido la noche anterior, desde que empezó la fiesta, hasta que conoció a un lindo rubio de sonrisa encantadora, pero después de eso todos sus recuerdos eran algo borrosos.
Por otro lado, Inverno no recordaba nada de lo que había ocurrido la noche anterior, solo que había llegado con sus amigos a casa de Juniper y comenzaron a beber desenfrenadamente, más allá no había más recuerdos.
Los tres recién llegados se adentraron en el local, al divisar a sus amigos, se acercaron a la mesa en la que estaban sentados, acomodándose en los lugares disponibles.
El menor de los siete sonrió de forma tranquila pero alegre, como ya era usual su rostro se ilumino y junto con esto todo a su alrededor o al menos así lo parecía. La mejor característica del rubio siempre había sido esa, nadie se resistía a su sonrisa.
Ninguno de los tres se había percatado de la presencia de cierto peli azul que los acompañaba, ni siquiera porque su mirada se paseaba curiosamente por el rostro del menor del grupo. Mentalmente se cuestionaba como es que tras aquella radiante sonrisa podía verse tan cansado, inclusive bajo aquellos brillantes ojos verdes se ocultaban apenas notables ojeras que el dueño parecía esforzarse en ocultar con maquillaje.
Prefirió apartar la mirada antes de hacer alguna pregunta en voz alta que pudiera incomodar al menor del grupo, llevó su vista hacia cualquier otro lado que no fueran los tres recién llegados o al menos eso intentó hasta que una voz lo llamó.
— ¿Y tú quién carajo eres? No recuerdo haberte visto antes.
El peli azul llevó su mirada hacia quien lo llamaba, era el chico que se había encontrado en la barra de bebidas, por quien le había gruñido a Juniper.
Se quedó estático, la noche anterior no lo había visto bien, pues estaba más preocupado por dejarlo en un lugar seguro que en observar su rostro, sin duda alguna era bastante apuesto, pero lo que le causaba confusión era la forma en la que lo hacía sentir.
— No seas grosero Inver — intervino el rubio de ojos verdes — discúlpalo, a veces es un poco bruto.
— Bruta tu abuela.
— Cierra la boca — el peli violeta tomó un par de servilletas y se las metió en la boca al azabache.
El menor suspiró y le sonrió con algo de vergüenza al joven con un lunar bajo el ojo izquierdo, quien devolvió la sonrisa de igual manera, sintiéndose extrañamente molesto por la acción del peli violeta, que discutía con el azabache.
— Lamento que no nos hayamos presentado antes, mi amigo que come papel es Inverno — el joven con heterocromía asintió suavemente observando con una ligera sonrisa al aludido y su pequeña discusión con el de ojos cafés — y yo soy Khione, creo que ya conoces a los demás.
— Es un gusto conocerlos, Dylan y Juni me hablan mucho sobre ustedes — esbozó una sonrisa mientras observaba a cada uno de los presentes, deteniendo su mirada en el azabache, quien le estaba poniendo toda su atención — yo soy Ryan.
A partir de ese momento, todos empezaron a ordenar sus respectivos platos con diferentes cantidades de tacos de barbacoa, porque según la abuelita de Inverno, la barbacoa ayuda con la cruda.
ESTÁS LEYENDO
Whistles And Blows
Fanfic¿Quién diría que un alfa que parece omega y un omega mamado terminarían juntos?