Ambos gammas estaban incomodos con la situación, conocían el deber que tenían que cumplir, era algo que se les había inculcado desde que tenían cinco años, que fue la edad a la que se presentaron como gammas.
¿Comprometidos? No, eso era imposible, ni siquiera se conocían más allá de sus nombres, tampoco se habían visto a lo largo de su infancia, tal vez porque el mayor casi siempre estaba en cama por su enfermedad.
Los rostros de sus amigos eran todo un poema, ninguno de ellos podía creer que los dos menores acababan de comprometerse por sus familias.
Ambos rubios tuvieron que forzar sus mejores sonrisas, ninguno de los dos quería eso y menos cuando ya habían encontrado su propia felicidad, Oliver con su delta y Khione con su libertad.
A pesar de lo consternados que estaban, tres de ellos casi echaban humo por las orejas de la rabia e impotencia que sentían en ese momento.
Particularmente un delta y un alfa estaban muy molestos, solo que el alfa no entendía el porque de su enojo.
Luego del anuncio, ambas matriarcas pidieron a sus dos hijos volver a sentarse para finalizar la cena.
Los invitados empezaban a irse, hasta que solo quedaron los miembros de ambas familias, Dylan y los cuatro chicos que estaban de meseros.
Los señores Black, junto con los Sindar Levedev se retiraron hacia la oficina del señor Sindar para planificar a detalle como llevarían a cabo dicha unión, dejando a los chicos solos.
El aire que los dos gammas se habían esforzado tanto en contener en sus pulmones desde que sus madres habían dado la noticia, finalmente fue liberado, haciéndolos sentir un peso menos sobre sus hombros.
Luego de asegurarse que sus padres no estaban cerca, inmediatamente Oliver corrió a refugiarse en los brazos de Juniper, necesitaba esa tranquilidad que lo hacía sentir para olvidarse un poco del estrés que sentía por la situación.
Por el lazo que los unía, Juniper podía sentir todo lo que su pequeño y adorado gamma sentía, le dolía el pecho de verlo así, sin pensarlo dos veces, lo abrazó con fuerza, acariciando su espalda en un intento de consolarlo.
Por otro lado estaba Khione un poco apartado de la situación con sus amigos, se sujetaba débilmente de la pared para mantenerse de pie.
Todo su cuerpo temblaba, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas al no poder controlar su respiración, la cual se aceleraba de sobremanera, su cuerpo empezaba a sudar excesivamente, al mismo tiempo su corazón latía con tanta velocidad y fuerza que incluso escuchaba sus propios latidos retumbar en sus oídos.
No podía pensar en algo más que en su estado actual, el pánico inundaba su cuerpo, sabiendo que en su última cita en el hospital le habían dicho que no podía pasar por experiencias demasiado fuertes o su enfermedad podría empeorar.
En ese momento estaba teniendo un ataque de pánico.
Ninguno de los presentes se había dado cuenta de la situación, hasta que Regina empezó a buscar con la mirada a su hermano menor, en cuanto logró divisarlo, pudo darse cuenta de lo que estaba pasándole al chico.
Rápidamente se acercó al menor, tomando sus manos con suavidad para hacerle notar que estaba a su lado, siguiendo por ayudarlo a respirar con lentitud.
Pasaron algunos minutos antes de que Khione pudiera respirar con normalidad, ya estaba más tranquilo con ayuda de su hermana mayor.
Todos sus amigos habían estado observando la situación, ninguno de ellos sabían que hacer en dicha situación, tenían suerte que Regina hubiera estado ahí para ayudarlo.
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Whistles And Blows
Fanfiction¿Quién diría que un alfa que parece omega y un omega mamado terminarían juntos?