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Dilay, Mehmed y Mihrimah se miraban fijamente a los ojos, con una seriedad que en cierto punto era un poco extraña para los adultos, ¿Por qué unos niños que en cierto punto eran revoltosos tenían cara seria?
Bueno, acontecía que ya faltaba un día para el día de las madre y como niños responsables que son, se les ocurrió planear todo una semana antes con ayuda de su hermano Ahmed,solo tenían planeado el lugar donde iban estar con su madre más no el regalo.
La niña de 7 años se les quedó viendo a su gemelo y a su hermana.
Mientras los otros dos esperaban que su hermana dijiera algo.
—Que podríamos regalarle a nuestra madre que ya no tenga? — Diría dilay mientras miraba a sus hermanos.
—Hay que regalarle un pastel!! — Diría la niña de 6 años.
—No alcanzamos la mesa.. Aparte sumbul agha le dará un infarto si nos ve en la cocina. — Diría Mehmed
—Uh.. Bueno yo quería regalarle un pastel.
—Y si le regalamos una carta y una corona de flores? — Sonrió Dilay.
Mehmed se levantó y tomó de las manos de sus hermanas jalandolas como si de muñecos de trapo se tratase, irían a los aposentos de su padre para pedir que los ayudará a escribir la Carta.
—Este es el plan. — Habló Mehmed. — Ustedes dos harán la corona de flores y yo iré a pedir ayuda a nuestro padre para hacer la Carta.
—Bien, pero primero será la Carta y luego la corona de flores. — Diría la pelicastaña.
Los tres entrarían a los aposentos del sultan con una pequeña sonrisa.
Süleiman se encontraba en sus aposentos viendo unos documentos, hasta que escucho la puerta de estos y desvío un poco la mirada para ver quien era.
—Su majestad.— Diría los tres haciendo una pequeña reverencia.
—Mehmed, Dilay y Mihrimah, que los train por aquí mis amados hijos.— Diría el sultan con una sonrisa.
—Queríamos ver si nos podría ayudar hacer una carta para nuestra madre— Diría dilay con una leve sonrisa.
—Vengan los ayudaré con eso.
Los tres pequeños de acercarian a su padre, süleiman sacaría una hoja y tinta para empezar a escribir para sus hijos, los niños empezaban a redactar lo que querían decirle a su madre.
A los minutos terminarían, süleiman les daría un caja para que ahí pondrían la Carta y la corona.
—Ten mi pequeño leon. — Süleiman le daría a Mehmed una estuche que contendría un collar.— Es un regalo de parte mía para tu madre.
El pequeño tomaría el regalo de su padre, y saldrían de los aposentos de su padre para dirigirse al jardín donde estaba su hermano Ahmed.
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Mientras un niño de 15 años se encontraba arreglando el jardín, ya estaba por terminar de arreglar el jardín para mañana.
Para luego escuchar unos pasos, que eran sus hermanos menores llegando con el.
—Ya terminaron de hacer el regaló. — Diría Ahmed. — Nop, solo falta la corona de flores. — Diría Mehmed poniendo la caja que le había dado su padre en el suelo tomando la Carta y estuche para acomodar lo ahí.
Las pequeñas sultanas se encontraban buscando flores para hacer la corona.
Mihrimah encontraría Jazmines y Mangolias.
Mientras Dilay encontró Rosas y Orquídeas, ya después se irían con sus hermanos, para empezar hacer las coronas para su madre.
Se tardarían una hora para ser la corona, pero valió la pena, para luego entregarlas a Mehmed y que las pusiera en el regalo.
No podrían esperar a que se mañana para entregarle el regalo y decirle cuánto amaban a su madre.
