Mi pequeña princesa|Nash Grier|

Capítulo 45

Sentía como los ascos regresaban a mi cuerpo ya no podía expulsar más alimento, sentí mis ojos llorosos y como mi garganta quemaba, espere a que los ascos se calmaran y después fui a cepillar mis dientes y lave mi cara. Cogí mi celular y envié un mensaje.

_______: Fue muy mala idea comer pizza, refresco, nieve, malvaviscos y pie de limón.

Nash: Si ahora yo también pienso eso, mi estomago me esta matando.

_______: No he dejado de tener ascos y vomitar desde que te fuiste.

Nash: Oh mi Dios eso solo se puede significar una cosa... ¡Vamos a ser padres!

_______: O tal vez solo me cayó mal comer todo eso.

Nash: Tienes razón, aparte tu y yo nunca... Bueno ya sabes.

_______: Exacto.

Nash: ¿Te sientes muy mal? ¿Quieres que vaya? Si quieres te puedo llevar a la enfermería.

_______: Puedo ir yo, gracias amor.

Nash: ¿Necesitas algún medicamento? No te preocupes ya voy en camino.

_______: Amor no hace falta, ¿Tú necesitas algo?

Nash: No gracias amor ¿la puerta de tu habitación está abierta?

_______: Nash ya son las 10:28pm si te descubren te castigaran.

Nash: ¿La ventana esta abierta?

_______: Si siempre lo esta.

Ya no contesto mi mensaje y yo me deje caer en mi cama, no le recomendaba a nadie hacer esa combinación de alimentos por que en verdad es muy mala. Me acomode con mi celular en mi cama y prendí la pequeña televisión que tenia y puse cualquier canal. Escuche como las persianas de mi habitación se balanceaban por lo cual creí que era el aire.

— Ya llegue. — Me asuste al escuchar su voz.

— Me asustaste. — Susurre mientras tocaba con mi mano mi pecho.

— Lo siento amor. — Se río y después dejo su celular y las llaves de su habitación en mi mesita de noche.

— Sigo sin comprender como le haces para subir hasta aquí, me sorprendes Nash. — Me hice a un lado y el se recostó en la cama.

— Es mi secreto. — Dijo y me guiño el ojo.

— ¿Secreto? — Pregunte seria.

— Bueno en realidad hay unas escaleras por afuera del edificio en la parte trasera y digamos que las cosas que están arriba de algunas ventanas sirven como escalones. — Sonrió mientras pasaba su brazo por mi hombro.

— Tal vez yo también la aplique para ir a tu cuarto. — Sonreí y el también lo hizo.

— Mi chica siempre tan aventurera. — Se río.

— Si. — Bese delicadamente su mano y el me sonrió.

Sentí como los ascos regresaban a mi y corrí hasta el baño y otra vez vomite, esto era lo mas horrible, mi garganta volvió a arder y mi cabello cayó hacia adelante, escuche como entraban al baño corriendo, Nash recogió mi cabello mientras sobaba mi espalda.

— Ni siquiera quiero imaginar que tan malo será cuando bebas. — Escuche mi voz, tome aire y me levante, cepille mis dientes otra vez.

— Ni siquiera yo me lo quiero imaginar. — Negué con la cabeza, camine hasta el cajón y mi pie topo con una mochila azul. — ¿Trajiste tu mochila? — Pregunte.

— Si, y mi uniforme esta ahí... Pensaba dormir hoy aquí. — Dijo con una pequeña sonrisa mientras rascaba su cuello.

— Esta bien, no hay ningún problema. — Corrí hasta la puerta y le puse seguro.

Nash me sonrió, me acerque hasta El y me recosté en la cama, el hizo lo mismo.

Coloque mi cabeza en su pecho y abrace su cuerpo como el lo hizo con el mío, sentí las pequeñas caricias que me hacia en mi espalda y brazo.

— ¿Y que hay de la universidad? — Cada vez faltaba menos, se supone que los que entraran a Universidad se van en 2 semanas y Nash no me ha contado nada.

Sentí un suspiro pesado de parte de el por lo cual hice una mueca y voltee a mirarlo.

— Todo esta bien, entrare aquí — Hablo inseguro.

— Me alegra saber que estaremos juntos — Sonreí y comencé a trazar figuras en su pecho con mi dedo.

— ¿No tienes sueño pequeña? Deberías de dormir — Susurro.

— Si tengo un poco de sueño — Bese su pecho.

El se movió quedando arriba de mi y mi respiración se acelero. Acaricio con cuidado mi rastro, el siempre lucia hermoso y mas cuando la luna lo iluminaba como ahora, hacia que sus ojos azules se vieran claros pero mas intensos a como normalmente estaban, sus labios estaban entre abiertos y estaban rosados y carnosos, sus pecas y lunares también se marcaban más a la luz de la luna. Subí mi mano hasta su rostro y de igual forma lo acaricie, el cerro sus ojos como si disfrutará de mi toque, se dejo caer un poco haciéndome sentir la presión de su cuerpo con el mío. Soltó un suspiro después volvió a abrir sus ojos y con su mano quito un mechón que caía por mi frente, paso su dedo por mi barbilla y después lo subió hasta mis mejillas y al parecer trazo el camino de mis pecas, subió hasta mi frente y marco el lugar en donde se arrugaba cuando fruncia el ceño y después volvió a bajarlo hasta mis labios y lo paso por estos.

Su mirada se posó en mis ojos, me miraba profundamente, bajo su mirada a mi cuello y después se paso a mi hombro, puso su dedo en el lunar que esta en mi hombro derecho y pues acerco sus labios y dejo un pequeño beso, un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo e hizo que las mariposas comenzarán a hacerse más presentes de lo que ya estaban. Movió su mirada hasta mi cuello otra vez y con su dedo lo recorrió hasta llegar a un punto donde mis pechos comenzaban, se detuvo ahí y bajo sus labios para besar la zona que estaba debajo de mi cuello. Soltó un pequeño suspiro y después levanto su rostro mostrándome una hermosa sonrisa en esta. Sus ojos otra vez se dirigieron a los míos, nuestros ojos eran dos cosas totalmente distintas, los de el eran azules y claros muy claros, y los míos marrones y muy oscuros, tanto como la fría noche que todos los días se hace presente.

Vi como parpadeo lentamente y mantuvo sus ojos cerrados por como 5 segundos y cuando los abrió mi corazón se partió en mil pedazos.

Sus ojos estaban cristalizados y algo rojos, una lágrima resbalo por sus mejillas y después cayó a mi pecho, sentí mi mundo caerse abajo ¿qué estaba pasando?

— Nash — Susurre con temor.

— Eres hermosa — Susurro aún con lágrimas en sus ojos y con una pequeña sonrisa.

— Tu eres la creación mas hermosa Nash, no llores — Dije mientras con mi pulgar limpiaba sus lágrimas.

— Me fue tan fácil amarte, me es muy fácil amarte que a veces me asusta lo fácil que es para mi hacerlo — Sonrió.

— Me pasa lo mismo — Susurre.

El se acercó lentamente hasta mi hasta juntar sus labios con los míos y unirnos en un beso lleno de amor.

--------------

Fin
¡No se crean! Aun quedan algunos capítulos, no he podido actualizar muy seguido por que últimamente he tenido mucha tarea y la próxima semana tengo exámenes finales pero este fin de semana subiré otro capítulo.