Mi pequeña princesa|Nash Grier|

Capítulo Extra

Narra Hayes:

El maldito sonido de mi celular me despertó ¿quién llamaba a esta hora? No quería contestar pero luego me puse a pensar que tal vez podría ser algo importante.

Me senté en la cama y cogí mi celular, no sabia de quien era el número telefónico.

- Hola - Dije con la voz un poco adormecida.

Espero unos segundos a que la persona hablara, me sentía cansado, después de llegar de la playa lleve a mi novia Michel a su cuarto y después regrese para duchar me y dormir me ya que mañana por fin nos iríamos a nuestra casa.

Solo escuchaba ruido de la otra parte de la línea ¿esto era una broma? No se escuchaba nada.

Estaba apunto de colgar.

- Hayes - Hablo la persona, tenia la voz quebrada.

- ¿Nash? - Pregunte confundido.

- Si, soy Nash - Esperen ¿había estado llorando?

- ¿En donde estas? - Pregunte entre dientes.

Camine hasta la silla y tome un short y comencé a ponerme lo, mientras esperaba la respuesta de Nash.

- En el aeropuerto - Susurro.

Me quede helado ¡¿qué coño estaba haciendo en el aeropuerto a esta hora?! Rogaba que no estuviera borracho otra vez, últimamente había tomado 3 veces a escondidas y lo único que hacia era pedir perdón y lamentar se. Pase mi mano por mi cabello con frustración.

- Nash - Intente tranquilizarme. - ¿Qué estás haciendo en el aeropuerto? - Cuestione.

- Hayes - Intento hablar pero su voz se quebró.

Escuche un sollozo de parte de él, estaba seguro de que estaba llorando, suspiro unas cuantas veces intentando calmar se.

- ¿Seguro que estas en el aeropuerto? ¿Necesitas ayuda? Escucha, Nash, no me enojare contigo, iré por ti no te preocupes le diré a Cameron pero te prometo que no nos enojaremos contigo ¿si? - Lo trate como un niño pequeño pues asi lo había tratado las veces anteriores.

Era mi hermano y obviamente me preocupaba tanto, regresando del aeropuerto tengo planeada una larga charla para que me explique lo que esta pasando.

- No estoy borracho Hayes - Bufo.

- Nash...

- Lo juro - Susurro.

- Bien entonces déjame ir por ti - Comencé a poner me los tenis.

- No puedes Hayes yo...

- ¿Qué estás haciendo en el aeropuerto? - Volví a preguntar.

- Me voy, Hayes - Susurro y pude escuchar otro suspiro.

- ¿A donde? ¿De que hablas? - Estaba tan confundido.

- A Londres, me voy a la universidad en Londres, no te preocupes Hayes mamá y papá lo saben ellos compraron el boleto y...

- Cállate Nash, tu no puedes irte - Negué con la cabeza.

Mis ojos estaban muy abiertos y el sueño se me había ido.

- Hayes es mi sueño, desde que tenía 10 años deseaba este momento yo no puedo dejarlo ir - Lloró.

- No estoy hablando sobre que te vayas a la universidad yo hablo sobre que no puedes irte sin despedirte de tus amigos, de tu novia - Mis ojos estaban llorosos.

- Hayes yo no lo soportaría ¿entiendes? No podría, si me quedaba un momento más con ellos jamás iba a poder marcharme - El estaba destruido.

- Espero y no te arrepientas - Comencé a llorar.

- Lo mismo espero yo Hayes - Dijo.

- ¿Cuando regresaras? - Pregunte.

- No muy pronto - Podía imaginar me a un Nash mordiendo su labio fuertemente para evitar sollozar todo el tiempo.

- ¿Mínimo fuiste a despedirte de mamá? - Estaba enojado y triste a la vez.

- Si, antes de llegar acá fui con ella y con Sky aunque estaba dormida - Hablo.

- ¿Qué se supone que deba decirle a tus amigos, a Cameron a ________ ? - Pregunte mientras apretaba la tela de mi cobija.

- La verdad - Su voz estaba destruida.

- Estoy decepcionado Nash, debiste de haber dado la cara - Le susurre.

- Yo también estoy decepcionado de mi - Me dijo.

"Pasajeros con destino a Londres favor de abordar" Mi corazón se detuvo por unos segundos, en mi interior quería que cumpliera su sueño pero también quería que se quedara.

- Hayes me tengo que ir hermano, te amo - Hablo.

- También te amo - Susurre entre lágrimas.

- No llores por favor, voy a regresar campeón lo prometo - Dijo entre lágrimas.

- No lo prometas Nash, cumple lo - Susurre.

- Si algún día tienes oportunidad y es necesario...

Se quedo callado.

- Dile a ________ que jamás dejare de amarla.

Después de eso colgó.