Capitulo 36

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— ¿Quieres un helado? — Nash pregunto mientras caminaba a mi lado por el parque.

— No. — Respondí mientras comenzaba a patear una piedra.

— Bien. — Resopló el, llevaba ya casi media hora ofreciéndome cosas y sinceramente yo ya me había cansado de decirle que no quería nada pero el parecía no entenderlo.

— ¿En donde te quedaras? — Pregunte, sinceramente ya estaba algo oscuro como para que el se fuera conduciendo a casa.

— En casa de Matt. — Respondió con toda tranquilidad.

¿Que? El no puede quedarse ahí bueno en realidad yo no quiero que lo haga y la verdad no lo se por que, la idea de que Matt tuvo que ver en esto se me viene a ls cabeza y hace que me enoje un poco. Lentamente muevo mi mano hasta la de Nash y disimuladamente entrelazando sus dedos con los míos, lo siento ya no podía soportar más no tomarlo de la mano. Una sonrisa se crea en los labios de Nash luego siento como el me da un apretón en la mano y me acerca más a el.

— ¿Quieres un globo? — Nash pregunto en un susurro.

— Nash, no quiero nada, solo quiero ir a casa a dormir un poco. — Susurro para abrazar me de su brazo y el baja la mirada para sonreírme.

— ¿Quieres que te cargue? — Pregunta.

— No gracias. — Respondo.

Nash sonríe burlón luego siento como me levanta con sus brazos y no pude evitar soltar un grito.

— ¡Bájame! — Grite pataleando.

— Dijiste que estabas cansada. — El me apretó más a su pecho.

— Si, pero no tanto. — Seguía intentando separarme de el.

— No lo lograras, soy mas fuerte que tu. — El río mientras seguía caminando.

— ¡Nash! ¡Bájame! — Volví a gritar y todos a nuestro alrededor nos miraron riendo.

— Mira se están riendo de ti y seguramente están pensando que estas loca. — Seguía caminando conmigo en brazos.

— ¿En serio? La verdad no me importa ¡bájame por favor! — Le rogué.

— Mejor agárrate bien por que no pienso bajarte hasta que lleguemos a casa de Matt. — Comenzó a caminar un poco mas rápido, seguramente ya le estaba pesando.

— ¡Por favor! — Reí y al mismo tiempo grité fue algo raro.

Nash caminaba casi corriendo hasta llegar a casa de Matt pero aun ni siquiera salíamos del parque, no creo que algún día lleguemos a casa de Matt, me había cansado de rogarle que me bajara así que no me quedo de otra y rodé su cuello con mis brazos para no caer.  Con mi mirada observe a Matt acercándose a nosotros confundido.

— ¿Nash? — Pregunto Matt fingiendo sorpresa, eres muy mal actor Matt.

— Hola Matt. — Los dos sonreímos.

— Me alegro que hayan arreglado todo Nash. — Dijo con sinceridad mientras me sonreía.

— ¿Me puedes bajar? — Le pregunte a Nash y el asintió mientras me bajaba con cuidado como si tocara el piso muy fuerte me fuera a quebrar.

— Ya no puedo cargarte, princesa. — Hizo una mueca y yo sonreí.

— Bueno pues vamos a casa. — Matt señaló hacia donde estaba su casa y lo seguimos.

Llegamos a casa de Matt y cenamos al parecer mi tía ya estaba enterada de que Nash vendría pues le saludo muy alegre y toda la cosa a mi no me engañan todo esto estaba planeado, tal vez si es que Matt le llego a decir a a Nash donde estaba no me enojare tanto por que a quien engaño a mi me ha encantado que el haya venido a solucionar las cosas cara a cara aunque el no supiera lo que estaba pasando. Verlo llorar ha sido una experiencia horrible les juro que no lo soportaba y lo peor era saber que yo era la causante de sus lágrimas.

— ¿Donde dormirás? — Le pregunte a Nash mientras aun estábamos cenando en la mesa y obviamente estaban todos.

Sentí como una mano se posaba en mi pierna por debajo de la mesa y el mantel, me asuste lo que hizo que abriera un poco los ojos de mas pero luego caí en la cuenta de que era la mano de Nash y el siempre tiene esa costumbre de poner su mano en mi pierna cuando estoy con el.

— Pues en el cuarto de Matt. — Casi me ahogo con el jugo ¡yo dormiré ahí!

Terminamos la cena y fuimos a nuestra habitación, abrí mi maleta y no encontraba mi pijama solo estaba el short pero no estaba la blusa de la pijama. Matt estaba cambiándose en el baño mientras Nash y yo esperábamos en silencio a que Matt saliera. No sabia si pedirle a Nash una de el o a Matt. Nash había traído una pequeña mochila pues solo estaría aquí hoy y mañana.

Abrí la boca para decir algo pero después la cerré otra vez mirando al piso.

— ¿Que pasa? — Pregunto Nash.

— Este... Es que se me olvido mi blusa de la pijama en casa de mis primos y no sabia si pedirte una a ti o una a Matt. — Respondí con toda sinceridad.

— Claro, espera. — Nash tomo su mochila y comenzó a buscar algo en ella después saco una camisa blanca con cuello "V" — ¿Esta bien esta? — Pregunto otra vez y yo asentí.

Estaba claro que me iba a quedar algo grande, le sonreí a Nash, Matt salio del baño y me levante para entrar yo.

Al entrar al baño saco mi ropa menos la interior y después me pongo el short y la camisa de Nash que huele a el y en verdad es un olor exquisito. Cepillo mis dientes y luego lavo mi cara para salir del baño. Nash entra después de mi me roza con su brazo el trasero lo que hace que de un pequeño grito, Nash ríe mientras entra al baño y Matt  me mira extraño.

— ¡Matt! — Mi tía entra rápido al auto con su bolsa en la mano.

— ¿Que-que pasa? — Pregunta Matt levantándose para ir hasta ella confundido.

— Alicia, tu prima Alicia ya va a dar a luz y tengo que irme rápidamente al hospital. — Dice ella rápidamente.

— ¿A luz? — Pregunta Matt como si no supiera de que habla.

Ay dios Matt quiero golpear mi cabeza contra la pared pero solo pongo los ojos en blanco.

— Que ya va a nacer su hijo. — Dice mi tía.

— Esta bien ¿nos quedaremos solos? — Pregunta Matt y mi tía asiente.

— Si, cuídense. — Se acerca y besa mi mejilla, Nash sale del baño ya en pijama y también besa su mejilla.

Por ultimo se despide de Matt y sale de la habitación.

— Tenemos casa sola.  — Matt levanta las cejas en forma pervertida y yo niego con la cabeza mientras me dejo caer al colchón.

Ayúdenme a sobrevivir esta noche.

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Jajaja pobre ________.
¿Como están? No se olviden de votar y comentar. ¡Colby marco como favorito uno de mis tweets! Bueno ya lo siento es que a mi me encanta Sam and Colby

Chau las amo.

Mi pequeña princesa|Nash Grier|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora