Capítulo 26

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— ¿Y que películas eligieron?— Pregunto Nash sentándose en el sillón y el me hizo una seña para que me sentara a su lado.

— Yo escogí "Los caballos en el mundo magico" "La hermosa vida de un caballo" "Los caballos son mágicos" y "El maravilloso mundo de los caballos" — Skylynn sonrió tiernamente al terminar de mencionar todos los nombres de las películas que ella había escogido.

— ¿Y si mejor vemos Toy Story?— Pregunto Nash.

— ¿Tienen la 2?, en la 2 sale un caballo. — Dije y Nash asintió.

— Claro, esta bien mientras haya caballos. — Dijo Skylynn guardando las demás películas.

Sky le entrego la película a Nash y este la puso. Los tres nos sentamos en el piso donde yo ya había tendido las mantas y había puesto algunas almohadas, nos acomodamos de la siguiente manera: Nash, Skylynn se sentó entre las piernas de el y yo al lado de Nash.

— Tiro al blanco. — Dijo Skylynn con la boca llena de doritos por lo cual Nash y yo reímos.

La película ya estaba por terminarse cuando Skylynn cayo dormida en los brazos de Nash.

— Debo de subirla a su habitación, vayamos a arriba ¿puedes apagar la televisión por favor, amor?— Pregunto Nash cargando a Skylynn y yo asentí y a apague la tele.

Seguí a Nash por las escaleras, su casa es muy grande, caminamos por el pasillo hasta llegar a una habitación que era entre color rosa y morado, el recostó a Skylynn sobre su cama y después me sonrió. Salimos y me guió hasta su habitación la cual es grande y pintada con colores grises y azules.

— ¿Te gusta? — Pregunto y yo asentí.

Estábamos sentados el me estaba contando sobre de que Hayes había conocido a una chica en la escuela y se habían estado hablando desde que comenzaron las vacaciones, dice el que el nombre de la chica es Michell y ella es un año menor que Hayes.

Estábamos riendo y sentí un dolor como un... Oh no por favor no, el cólico que te da cuando te va a bajar, que no sea rogaba, no tengo toallas y aun peor estoy en casa de mi novio.

— Eh, Nash, ¿me prestas tu baño? — Pregunte y el asintió.

— Claro amor, es ese. — Señaló una puerta y yo entre rápidamente.

Rogaba que no fuera y que no sucediera pero al ver había sucedido, me había bajado, tenia tanta vergüenza ¿ahora que hago? Tenia mucha pena como le digo a Nash lo que necesito, tenia ganas de llorar, ahora que haría no creo que Nash tenga toallas digo es hombre.

Inconscientemente solté un pequeño sollozo y escuche como tocaron la puerta.

— ¿Amor, estas bien?— escuche la voz de Nash del otro lado.

¿Como le digo? Tenia mucha pena, no sabia que hacer, moría de vergüenza y bueno quien no.

¿Que le respondo? Sentí algunas lágrimas bajar por mis mejillas pero rápidamente las limpie y suspire decidida a contestar.

— Amor ¿estas bien? — volvió a preguntar Nash.

— No. — Respondí con la voz quebrada.

— ¿Que pasa?— Pregunto Nash con preocupación.

— Es que... — No podía responder en verdad tenis mucha vergüenza.

— Bebe, dime que pasa. — Nash sonaba preocupado.

— Es que me llego eso que nos pasa a las mujeres. — Fue la forma en la que pude responder y lo hice muy bajo.

— ¿Que? — Pregunto Nash confundido.

— Que me llego el periodo. — dije otra vez y se escucho un "ohhh" de parte de el.

— ¿Necesitas las cosas que usan para eso?— Pregunto.

— Si, necesito toallas sanitarias. — Respondí avergonzada.

— Esta bien, ya regreso. — ¿que? ¿Adonde va?

—¿A donde vas? — Pregunte.

— Voy a la farmacia, iré rápido amor, ya regreso, te amo.

.....

Mi pequeña princesa|Nash Grier|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora