2. Posible inicio de una mentira

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Capítulo 2

Posible inicio de una mentira

Habían transcurridos mis horas de trabajo de manera pacífica, recogí un poco mi escritorio, aun había pilas de documentos, pero al menos un poco más ordenadas, me puse pie cuando mire que el reloj en mi escritorio marcaba las 7:56 pm, tome mi mochila negra que tiene la agarradera larga que se coloca en el hombro, como si fuera un maletín con correa.

Mi hora de salida es a las ocho de la tarde, entrando a la oficina a las nueve de la mañana y así logrando tener dos horas para mi comida, técnicamente son más de ocho horas de trabajo, pero bien, yo no diseñe estas reglas.

Tocan la puerta de mi oficina y se abre la puerta, donde puedo ver a Mina recargada en el marco, sin su saco puesto, usando una camisa de botones color crema y su falda de color gris.

—¿Listo? —Me pregunta con una sonrisa, lo cual asiento y camino hacia la puerta, pero pone su mano en mi pecho.

—¿Qué? —Pregunto mientras guardo mi celular en el bolsillo de mi pantalón formal color negro.

—Tu cabello —se acerca más a mí y pasa sus dedos por mi cabello revolviéndolo o peinando, me hace rodar mis ojos. También me desabotona el primer botón de mi camisa azul y arregla más el cuello de la camisa. —Ahora sí que eres todo un fuckboy.

—Genial porque mi “cita” es con un hombre —hice una mueca y se ríe.

—Cierto, pero te ves más guapo así, ¿Por qué no intentas salir con una chica? —Se llevó su dedo pulgar a su mentón.

«¿En serio me pregunta? Cuando fui ella quien dio más a conocer este estupido rumor»

—Sera mejor que camines o me voy arrepentir de esto —respondí haciendo un mohin.

Firme mi hora de salida en la máquina que estaba en la entrada principal, me despedí de la recepcionista como siempre lo hago, pero esta vez note que sonreía más.

—Te dije —menciona con una sonrisa cómplice —este es el estilo que debes usar, Midoriya.

Le abrí la puerta a la dama quien paso primero y después yo, me acerque más a ella mientras sacaba de mi bolsillo las llaves de mi auto.

—¿De qué sirve? Sabe que gracias a ti que soy gay —le sonreí con cinismo, Mina me regresó la sonrisa nerviosa y solo rechisto. Las luces del auto Lissan LEAF de color blanco se encendieron y ambos abrimos las puertas.

—Hare que las personas piensen que tu verdadera sexualidad es otra, en serio, te lo prometo —decía mientras se colocaba el cinturón e hice lo mismo.

—Mas te vale o te haré que te avergüences en tu cita, o me portare como el hermano mayor —metí la llave en la cerradura y comencé a mover el volante y acelerar para salir del estacionamiento de empleados. —¿A qué lugar vamos?

—Es un bar nuevo, te paso la dirección al celular para que nos dirija la asistente de Google.

No miraba para nada a Mina, me centraba más en lo que tenía enfrente, como pude saqué el celular del bolsillo y se lo di.

—¿Clave?

—1226.

—¿Algo en especial? —Preguntó mientras escuchaba sus uñas chocar en la pantalla, al menos tengo vidrio templado, no me gustaría ver un rasguño leve en mi pantalla.

La inesperada propuesta de mi jefa Izuocha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora