Felix es testigo de un brutal asesinato que apenas logra pasar desapercibido y escapar. Pero rápidamente se da cuenta de que ya está involucrado con el asesino cuando se une a la escuela del pecoso e incluso se convierte en su compañero de cuarto. ¿...
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Eran las 16:05 horas y Hyunjin estaba sentado en lo alto de un edificio en la calle Oddinary. Llevaba ropa oscura y una máscara negra para cubrir su rostro. Desde el incidente con la persona la semana pasada no podía arriesgarse a que lo volvieran a ver porque tenía que seguir matando a esta gente a toda costa... matando a todos sus repugnantes amigos criminales hasta que solo quedaran ellos: los dos criminales que habían matado a los padres del pelirojo hace 10 años.
Hyunjin había tratado de averiguar quién era la persona que lo había visto, pero desafortunadamente no reconoció su rostro. Una cosa era segura... si alguna vez descubría quién era, esa persona sufriría y moriría por su mano. El riesgo era demasiado alto.
Primero, Hyunjin había sospechado de Felix. El chico había estado actuando raro a su alrededor. Aveces retrocedía al tocarlo y entraba en pánico, por lo que Hyunjin pensó que tal vez sabía algo... pero luego se sonrojó y comenzó a tartamudear lindamente y, de repente, actuó confiado con ese tipo de determinación en sus ojos que mostraba cuán fuerte era su corazón en realidad lo era. Comprender a Felix fue difícil para su compañero de habitación. Fue la primera persona que no podía simplemente leer como un libro y romper si era necesario.
No... este tipo era un peligro para él. Por supuesto, Hyunjin podría ponerlo bajo su control por la fuerza, pero de alguna manera no le gustaba mucho eso.
Cuando miró a los ojos del joven mientras planeaba matarlo en el dormitorio, algo en el fondo había bloqueado su pensamiento... algo en Felix detuvo su determinación de matar y eso era lo que lo hacía peligroso.
Y luego ayer le dijo a su compañero de cuarto que le gustaba y otra vez... Hyunjin no sabía si era verdad o mentira. De alguna manera, que le gustara a Felix era un triunfo y había mezclado el pensamiento lógico del chico pelirojo.
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De regreso al día de hoy.
Hyunjin había pasado todo el día eligiendo sus armas y preparándose para el asesinato. Si todo salía como lo había planeado, probablemente no tardaría mucho. Dos dagas afiladas estaban atadas a su espalda, así como un cuchillo y dos pistolas. Además, había traído una botella de líquido altamente corrosivo. El hombre debería sentir 7 veces el dolor que sintieron las personas a las que usó y traicionó.
