No había visto mucho a Agustín porque ahora que estaba de novio no tenía tiempo y aparte yo no le agradaba a Milagros. Él mismo me lo había dicho después de una pequeña discusión que tuvimos. Todo estaba bien entre nosotros, pero no con ella. Me ficho y no quedaba nada más que hacer.
Me acosté en mi cama después de apagar el stream y me puse a mirar mis notificaciones en Instagram. Estaba viendo historias cuando se puso una de Agustín donde aparecía abrazando a su novia. Iba a pasarla pero mi dedo toco el etiquetado, entrando al perfil de Milagros.
En la última destacada había un emoji de corazón por lo que supuse que tenía fotos con Agus. Mire la destacada y termine viendo las demás.
Salí de instagram para ir a tiktok y buscar el user de Milagros.
Estaba por salir de tiktok cuando por accidente le di un corazón. Una notificación de un mensaje de Agustín me hizo asustarme y no entendí porque, no era como si el supiera que estaba viendo los perfiles de su novia.
El mensaje decía que su novia iba a hacer una previa en su casa y que me invitaba. No le creí. No la caía bien a ella, pero seguro acepto porque él se lo pidió. No sabía porque, pero termine aceptando aunque no era buena idea.
Owen me mando un mensaje unos segundos después diciendo que teníamos que ir junto a la previa. Le conteste que sí. Me levante de la cama y empecé a prepararme.
Una hora después llegó Owen y nos fuimos caminando. El departamento de Milagros a solo unas cuadras de mi casa.
—¿Y si te disculpas? —sugirió Owen.
—¿Vos decís?
—Si, así empiezan de nuevo.
—Puede ser, eh.
—Si le explicas seguro entiende que no querías decirle fea. Le tenés que decir que es hermosa.
—¿Decís que da que le diga eso?
—Si.
En la previa no había tanta gente y nadie nos prestaba atención lo que me hizo sentir bien. Agustín se acercó a nosotros y nos saludamos entre los tres.
—¿Ya saludaron a Mili? —nos pregunto Agustín.
—No la vimos aún —contesto Owen.
—Esta en la cocina, vayan.
—Dale, no tenemos problema.
—Owen... —intente decir. No estaba seguro de hablar con ella.
—Solo explícale —dijo antes de empujarme hacía la cocina.
Milagros estaba de espaldas, sirviéndose vodka cuando se dio la vuelta. No dándome tiempo de acobardarme.
—¿Querés un trago, David?
—Yo...quería explicarte lo que paso.
—¿Que querés decirme?
Mi mirada bajo hacía su corset, pero rápido la subí hacía sus ojos.
—No sos fea, Milagros. Estaba nervioso, tomado y dije cualquiera porque vos sos una de las minas más lindas que vi en mi vida.
Me sorprendí al ver como las mejillas se le ponían coloradas.
—Perdóname, Milagros. No quería hacerte sentir mal. ¿Podemos...empezar de nuevo?
Ella se quedo en silencio por unos minutos hasta que sonrió.
—Bueno.
—Soy David.
—Milagros.
Nos tomamos de la mano para estrecharla, pero cuando apenas la suya tocó la mía mis piernas flaquearon y corazón se aceleró. Dios, ¿Que me estaba pasando?
—¿Y ahora si querés un trago, David?
—Si, por favor.
A penas me paso el pequeño vaso de vidrio con un liquido azul me lo tome todo de una.
—Mili, acá esta tu celular —dijo Agustín, entrando a la cocina.
—Gracias Agus.
Ella le dio un beso en los labios y no sé porque eso me hizo sentir una presión en mi pecho.