" Insasiable adicción al dolor "

Cap.2

-Si pienso que solo eres callada y algo rara

-Un poco ¿Quieres jugar algo? -pregunte sosteniendo la sonrisa de antes

-Claro -respondió emocionada

No estarás tan emocionada al ver el juego...

-¿Para qué son los cuchillos?

-Bien te explicaré, pondrás tus manos abiertas en esta mesa y yo voy a empezar a enterrar los cuchillos en los espacios abiertos

-No es peligroso eso? -pregunto nerviosa

-Si mueves las manos si, podría terminar enterrando un cuchillo en uno de tus dedos -sonreí -No suena divertido? -pregunté al ver que se me quedó mirando algo asustada

-Te-tengo que irme ya es tarde -agrego nerviosa recogiendo sus cosas

-No, aún es bastante temprano ni siquiera hemos empezado a jugar  -comente desanimada

-No quiero jugar contigo

-Vamos va ser divertido, bueno para mi lo será -aseguré sonriendo

-¡Estas loca! -agregó saliendo rápido de la casa

-Que aburrida esa chica -murmuré para mi

Guarde mis preciados cuchillos y me encerré en mi habitación a ver documentales de asesinos seriales, puede que sea muy obvio pero son mis favoritos...

En la madrugada salí a dar un paseo por la calle, cualquier otra chica estaría aterrada por como están los feminicidios en este tiempo pero yo no, miedo deberían tenerme ellos a mi...

La noche me gusta es misteriosa, oscura y fría en muchas ocasiones, diría que en esas cosas me parezco un poco tal vez por eso me gusta tanto...

La oscuridad me reconforta mientras observo la luna muestro una sonrisa auténtica, muy pocas cosas logran que sonría de verdad una de ellas es asesinar a sangre fría la otra la hermosa luna que estoy deslumbrando...

Lo de asesinar me lo enseñaron desde pequeña es algo que disfruto hacer, claro que he aprendido a diferenciar entre a las personas a las cuales debería de matar y a cuales proteger...

Antes no veía la diferencia y lastimaba a quien sea que estuviera en mi camino, la primera vez que mate a alguien tenía 10...

Estaba caminando en la calle buscando a mi tía, yo me había perdido y un extraño se me acerco al principio hizo como si me quería ayudar luego me agarro del cabello y me estrelló contra una pared...

Dijo que le darían un buen dinero por mi no entendía a que refería exactamente pero me enoje, tome un palo que estaba en un lado el estaba de espaldas hablando por teléfono así que  lo empecé a golpear con todas mis fuerzas...

Desde que cumplí los 5 se pusieron a enseñándome a defenderme, cuando me enojo no mido lo que hago...

Como que salgo de mi y lo único que existe es rabia, odio y empiezo a romper lo que tenga al frente y bueno ese tipo lo estaba además quería venderme el muy maldito...

Se lo merecía...

Después de un rato golpeándolo me detuve a mirar su cuerpo inmóvil lo toque esperando que reaccionara pero no lo hizo, me asusté más y empecé a llorar...

Mi tía me encontró
me felicito por haberme defendido, desde ese día no acepte que nadie llegará ni siquiera a mirarme mal...

Puede que sean eventos traumaticos era una niña pequeña pero no, me gustó la sensación y empecé a tomarle amor a lastimar a los demás...

El poder persivir su miedo
se volvió mi sensación favorita desde el principio...

Nunca llegué a estar en la cárcel ya que la agencia sin yo saberlo cubría mis rastros, no quedaba ni señales del daño que hacía...

A los 14 me reclutaron y llevaron con otros niños iguales, solo que algunos les daba repulsión la sangre a mi no todo lo contrario hacer daño y ver como sangraban era mi juego favorito...

Aún hasta cierto punto lo sigue siendo...