CHAPTER III

440 38 4
                                    

Tweek's pov

Desde el momento en que lo vi por primera vez, algo en mí cambió. No sabía exactamente qué era, pero sabía que había algo en él que me atraía de una manera muy especial. El instante en que entró en el salón, de enseguida la irradió de su luz. No podía evitarlo, simplemente me sentía cautivado. Incluso esa misma cautivación que me genera me llevó a olvidarme de lo que me estaba preocupando en primer momento. Cuando sus ojos se posaron sobre mí demostrando preocupación en su rostro, a pesar de haber saltado en un primer momento, me hizo sentir demasiado suerte de que me encontrara.

Claro que había pensado en hablar con él en el instituto desde antes, pero no encontraba la valentía suficiente. Él era bastante popular, siempre rodeado de gente, mientras que yo era solo una pequeña sombra. Admitía que adoraba hablar horas y horas en celular con él, pero su gran reputación era bastante intimidadora en el instituto. 

Igualmente, no mentí al decir que no conocía de su existencia el día que nos encontramos en la cafetería, pero desde ese entonces puede que haya intentado averiguar más de su vida por la voz de la gente de mi alrededor que parecían sí saber de ello. 

Igualmente, su información no era muy útil. No era mucho más fuera de su grado, su familia, su equipo y todo lo básico. Eso lo hubiera podido saber incluso solo. Aunque sí había algo que me interesaba, un rumor de su pasado enamoramiento, aunque solo una persona me habló de ello, Kenny.

Su ex-enamorado se trataba de un chico que conocía, incluso estuvo en mi mismo grado. Su nombre era Thomas. Él era bastante agradable, un poco raro por sus tics y eso, aunque no era muy diferente a mí, supongo. Igualmente, este chico terminó por irse de la ciudad al iniciar la escuela secundaria.

Dejando eso de lado, no era que yo fuera la persona menos popular del instituto, pero no era a el nivel de Craig. Yo solo me sentía existir y admirar desde la lejanía su brillante pelo azabache y su gran porte serio.

Pero ahí estaba ahora, dejando de ser solo un espectador. Él estaba tomando mi mano mientras corríamos hasta el parque más lejano del instituto, cerca de la salida trasera del mismo.

Cuando me tomó la mano sentí mi mundo entero paralizarse. Sentí nervios, pero no de los que me hacían jalar de mis cabellos, éstos se sentían como un gran lío en mi estómago y neblina en mi mente.

Al llegar, nos sentamos bajo la sombra de un árbol observando la puesta del sol que comenzaba a apreciarse en el firmamento. Su presencia me irradiaba tranquilidad, cosa que no me pasaba seguido con nadie.

Él parecía bastante distraído mirando el cielo, tanto así que había olvidado soltar mi mano. Ésto no me incomodó, por el contrario, se sentía especial.

—El cielo se ve hermoso hoy, ¿No crees?—preguntó sin apartar su mirada.

—Oh, sí, bastante. Me gusta como se mezclan los colores allí. Es muy inspirador—Respondí mirando también al punto que él observaba. Nos quedamos en silencio un rato, haciéndome sentir más nervioso aún.

—Lo siento por comprometerte a venir acá conmigo. Creo que estabas bastante inmerso en tu mundo igual—Rascó un poco su nuca demostrando nerviosismo. Me apresuré a negar en un movimiento con mis brazos, separándonos de nuestro agarre.

—¡No, no! ¡Para nada! Me gusta estar aquí. Realmente aprecio pasar tiempo contigo. Ésto no suele pasar—Le dediqué una sonrisa pequeña, intentando demostrar con mis expresiones mi pensar—Además, agradezco que hayas llegado. Siempre que mi ansiedad aparece no suelo poder controlarla, pero tú pareces tener un don para decir lo que quiero escuchar en esos momentos... Gracias, eres de gran ayuda.

Brillas [CREEK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora